Hay una expresión muy común que dice que “Nadie es indispensable” y en cierto modo es verdad. La actividad de las personas puede ser fácilmente “reemplazada”, no así nuestra visión, valores, calidad, o esencia, eso es totalmente único e individual porque todo eso es la persona misma; por eso creo mucho en otra expresión que dice “Las personas hacen la diferencia”. Y a lo que voy con todo esto es que a pesar de que podemos ser sustituidos, eso no significa que el sello de cada quien sea el mismo. Ese sello es y será irremplazable.
Si lo vemos a nivel laboral, los cambios pueden ser una causa de falta de construcción o de continuidad en las organizaciones. Sin embargo pasa muy seguido. Así también en nuestro día a día en la vida hay maneras en las que dejamos de “hacer” lo que hacíamos: la muerte puede ser un ejemplo claro, una separación, divorcio o cualquier tipo de ruptura, son otro ejemplo cotidiano, y ¿Qué hacer? Seguir adelante. La diferencia en el resultado ó impacto de esa “sustitución de actividad” siempre será el legado.
Pocas personas construyen un legado, como la actividad es sustituible pocas veces pensamos lo importante que es construir a partir de nuestra visión/esencia como personas, y el impacto que puede tener en los demás. Generalmente el resultado es trascender en el tiempo y el espacio y eso es lo que han logrado las grandes personalidades, científicos, escritores, a través de la historia así como ese alguien del que haré referencia hoy, no es la excepción: Walt Disney.
Este hombre logró construir en vida un mundo sin precedente, no antes imaginado, que no sólo se convirtió en la ilusión de millones de niños alrededor del mundo sino en un gran negocio. Y varios de los preceptos que acompañaron a este hombre se convirtieron en un legado para la organización que siguen aplicándose lo mejor posible en cada parque y empresa del grupo, desde la definición de términos hasta la acción.
A continuación compartiré mi interpretación de algunos legados de Disney:
- “Invitadología”.
Se refiere a la investigación de mercado y del invitado que visita los parques. Esto no es otra cosa que conocimiento del cliente. Eso lo logran a través de observar, escuchar y preguntar. Y aunque hay personal especializado ára ello todo el reparto está comprometido a ser parte del proceso.
- “Reparto”.
Este término es utilizado para describir a los empleados, desde el CEO de la organización, hasta el vendedor de palomitas o la botarga de Mickey. Y Disney lo llamaba “la magía del reparto”, donde cada persona contribuye y por lo tanto, hace la diferencia.
- “Escenario”.
Es el lugar donde se lleva a cabo la magia, y puede ser un parque, donde es evidente o una oficina. Es importante ser congruentes con el mensaje que queremos dar y cuidar los detalles es imprescindible.
- “Proceso”.
Es ser disciplinado, conocer los lineamientos y llevarlos a cabo por cada uno de los miembros del reparto, asumiendo responsabilidad individual y de grupo por el resultado.
- La competencia.
Es cualquier persona con quien el cliente te compare. Así sea que no esté en tu segmento; es una muestra de que tú también puedes serlo.
- Es primordial, prestar una exagerada atención a los detalles.
Los detalles son una manera de construir tu esencia personal si así lo quieres.
- Todas las personas y todas las cosas predican con el ejemplo.
La única manera de crear credibilidad y verdad es ser lo que dices ser con el ejemplo cuando te ven y cuando no te ven…
- Los buenos resultados se recompensan, se reconocen y celebran.
Aunque siempre esperamos buenos resultados no está demás reconocerlos, esa es la manera de obtener más.
- Todas las personas constituyen la diferencia.
Así como cada letra de una palabra crea el significado de la misma, cada persona es importante siempre.
Algo que llamó mi atención cuando conocí toda esta información fue el compromiso de las personas para ejecutar el legado. Suena tal vez muy simple pero conocer todos los pasos y preceptos generados en Disney y llevarlos a cabo para crear la magia que todos conocemos no es cosa fácil.
¿De quién depende el resultado? De todos los que trabajan de la organización. El tema es complejo y largo pero si quieres ahondar en él puedes revisar literatura de Theodore Kinni ó Tom Connellan. Estoy segura que te fascinará lo que encontrarás ahí y como conclusión quiero decir que sí. Cada uno de nosotros es único e importante así que construyamos nuestro legado.