La creatividad es ese ente amorfo, extraño, con tentáculos, cada vez más temido que aceptado.
Las nuevas propuestas de negocio deben plantearse cómo van a enfrentar el futuro y sobre todo, cómo van a generar nuevas ideas y soluciones futuras para escenarios que todavía no existen, incorporando un componente ético.
Hay personas que ya nacen con habilidades para la creatividad, pero también podemos aprender a desarrollarla a través de métodos de ideación.
En el mundo real, para solucionar problemas reales no necesitamos expertos: necesitamos generalistas. Porque al especializarse, el rango de conocimiento se estrecha de forma que nadie más, o sólo unos cuantos, saben mucho en ese tema.
