El lunes de la semana pasada, la Ciudad de México fue un completo caos. No se podía ni siquiera entrar a ella porque los taxistas tomaron las entradas carreteras; los principales cruces; y se plantaron frente a sitios emblemáticos y oficinas gubernamentales.
Desde su miope perspectiva, los servicios de transporte por medio de apps les quitan mercado y están sumamente enojados. (Claro que no debemos de olvidar que es un gremio que generalmente a la menor provocación, real o inventada, se altera).
Por supuesto que se entiende que las finísimas autoridades desde siempre los han sometido a nada transparentes tramitologías y condiciones absurdas para que puedan trabajar. En tanto entre ellos se amafian, esto termina siendo un insolventable e insostenible círculo vicioso, enredado y perverso, donde el usuario termina siendo -siempre- el que pierde.
Lo que habría que explicar claramente a los taxistas es que su mercado está prácticamente intacto. La gente que está acostumbrada a usar taxis “de la calle” es menos probable que utilice una plataforma para contratar un transporte público. No tienen forma de competir con el servicio de transporte de las apps (tipo Uber), por todas las ventajas que ya se han analizado comparativamente en todas partes.
Y aunque lo nieguen, es claro que los taxistas tienen un largo trecho a mejorar. Aquí un tuit de muestra (ve la cara de mi conductor, es imperdible).
Quienes seguramente han sufrido un decremento en sus ventas son los taxis de sitio y los radiotaxis. Si bien seguramente ofrecen las mismas ventajas de Uber y etcéteras, sus precios se caracterizan por ser más altos y su disponibilidad no está garantizada. Pueden tardar mucho más tiempo en llegar.
Uber llegó cubriendo una necesidad específica de transporte. Además de las ventajas de las que todo el mundo habla, tiene la capacidad de sustituir tu propio automóvil; a un precio accesible, sin necesidad de tener que buscar estacionamiento. Esto no lo tiene ni el taxi de la calle ni el de sitio.
Quizá la solución sería crear apps para los diferentes tipos de taxis y de usuarios. Hay mercado suficiente para todos, pero mientras no se definan las segmentaciones, van a pulular los conductores resentidos a diestra y siniestra, provocando crisis de circulación en las ciudades del mundo por sus estériles protestas.
#ViajoEnUber