Te lo digo Johnny (Depp) para que escuches, Pedro

Damas y caballeros, arranquemos esta columna imaginándonos cosas chingonas:

¡Estamos chocando tarros porque hoy triunfamos! Después de negociar como si estuviéramos con los abogados de Johnny Depp y Amber Heard; llegamos a un acuerdo para que la agencia creativa nos hiciera nuestra estrategia de digital. Fuimos y regresamos con el presupuesto más veces que un camión de ruta. Recortamos, rediseñamos, lanzamos y al final,  LA CAMPAÑA FUE UN ÉXITO. Tenemos millones de likes, más reproducciones que el último disco de Harry Styles, wannabe influencers pidiendo nuestro producto gratis para promocionarlo a sus followers falsos, seguidores por doquier…

Es más, ya estamos soñando con premios, artículos de revistas especializadas mencionándonos como los másters del Marketing, pero ¿luego qué? ¿Qué va a pasar con la marca después de hacer este esfuerzo tan grande en conjunto?

Hay un reto que no siempre pelan los equipos de Comunicación, tal vez sea por rutinario (tedioso) o porque simplemente no lo conocen: mantener una buena reputación digital y estar preparados para lo peor. Si se acaban de enterar aquí que esto es importante, me sorprende cómo no le hayan llamado ya a su agencia creativa para ver si esto lo ofrecen. Es muy probable que les hayan respondido: “eso no nos toca a nosotros” y si no lo negociaron antes, pues, no hay más por hacer. Pero siempre pueden consultar a un especialista como WatsonData *guiño-guiño*.

¿Por qué tanto intenseo? En términos de reputación “es más difícil mantenerse a flote, que despegar”, y si no han escuchado estas palabras, por lo menos en películas de Hallmark o Disney, espero que hoy, con esta columna, las comprendan y las adopten.

Veámoslo de esta forma: cuando Johnny Depp empezó su carrera, soñaba con los autos, las mujeres, las casas, la fama, pero no con todos los escándalos y las demandas con las que ahora tiene que lidiar.

Dirán ustedes, carísimos lectores: “ay, pero es que es artista y ya sabes que así son los artistas”. Pues, sí pero por no cuidar su imagen ya perdió varios contratos, incluyendo uno con la mina de oro Disney y será muy difícil que se vuelva a topar con una oportunidad así.

¿No conectan con ese ejemplo? Ok: pensemos en los generadores de contenido digital como YosStop, el Rix, o Chumel, et al. No son artistas, pero todos coinciden en una cosa: sus escándalos mediáticos también les están costando proyectos, ingresos y en algunos casos: su libertad.

La IA redefiniendo el éxito de las campañas publicitarias en MKT | Armando Rivera & Hans Hatch

Los influencers (como los antes mencionados) no coinciden con mi punto de vista, porque no están dispuestos a recibir retroalimentación de sus seguidores y se entiende. Cada marca tiene la audiencia que genera y así es el nivel de su conversación.

Por otra parte, las marcas de consumo tienden a ser mucho más sensatas y saben que la investigación de mercados es un tipo de retroalimentación. Social Listening es similar, pero más constante, y les ayudará a afinar todas sus estrategias: tanto online, como offline.

La mejor recomendación es simple: hagan monitoreo de reputación con Social Listening. No solamente sirve saber si los usuarios dicen cosas positivas o negativas de su marca, sino también:

-Cuántos usuarios hablan de la marca (en qué momento y por qué)

-Si los usuarios que hablan de su marca tienen influencia, qué tan grande es y qué interés tienen al hablar de su marca

-Con qué temas asocian a su marca

-Desde dónde hablan (geográficamente y en qué plataformas)

Ojo: ninguna marca está libre de pecado. En cualquier momento, todas pueden llegar a meter la pata. Lo importante es reaccionar y apoyarse en un especialista en monitoreo y reporteo de reputación digital. Si me preguntaran a mí, queridos lectores, no dudo que en este momento, el equipo de abogados de Johnny Depp tiene Social Listening monitoreando todo lo que se dice del artista.

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