Ahora sí, mis lectorsazos de mi vidaza: agárrense de sus Rinbros (o de sus Vicky Form) porque ya quedan dos mesecitos -o menos- para llegar a la mitad del año y con ello, se nos vienen las dichosas elecciones federales junto con algunas (si no es que un chingo) más para gobernadores, alcaldes, entre otros cargos públicos con elementazos que ni sus nombres nos sabemos.
Este 2024 se está yendo más rápido que un misil de Bacacho en el finado Baby’O acompañado de una agenda nacional principalmente volcada hacia las campañas deplorables electorales y otras barbaridades: guerras, desastres naturales, desaparecidos/no-desaparecidos -a ver si se ponen de acuerdo ahí los de Segob-, linchamientos, feminicidios…
Pero ni eso, ni las rencillas entre “el preciso” y el empresariado mexicano logran distraernos del ruido blanco que se está generando a cientos de decibeles. Si hace cuatro años estábamos como estábamos por la tan mentada “infodemia”, espérense a ver cómo se pondrá en los siguientes meses. Ahí les encargo.
En cuanto al tema digital, la cosa también está bullendo rápidamente. Lo mencioné en la columna anterior y se los recuerdo: aguas con lo que reciben y comparten en sus redes, especialmente en los chats con sus tías.
A la hora de verificar toda esa información que les llega, procuren ser más obsesivos que su ex tóxica cuando los stalkea. Échenle una leída aquí.
Mientras escribo esta columna para ustedes, lectores de altura, me puedo imaginar perfectamente lo felices que han de estar los dueños de las televisoras y las estaciones de radio por ceder su tiempo aire para tanto circo, y ahora que los medios digitales están ganando cada vez más atención… ¡No, bueno!
¡Y por eso, claro que nos subimos al tren del mame! En WatsonData también estamos cediendo nuestro tiempo (sobre todo el becario) monitoreando con Social Listening desde hace varias semanas,cómo va la conversación sobre diferentes candidatos. Les recomiendo ampliamente que visiten nuestras redes cada semana para ver cómo se está poniendo ese “argüende”. Estamos en Instagram y LinkedIn como @watsondata. Obviamente, nosotros siempre cuidamos lo que compartimos (el becario).
Ojo aquí, queridos: si bien, el Social Listening es una metodología útil para temas electorales, también es y será para la creación y la gestión de estrategias para marcas, para cualquier tipo de organización o figura pública. Así que no se me vayan con la finta de que en esta H. agencia solo se habla de política.
¿A que quieres llegar, tío Presno? Sencillo: en esta época electoral, para los que no nos dedicamos a la “polaca”, la chamba se nos tambaleará más que a Paris Hilton saliendo de sus francachelas, cuando era famosa; porque estamos conscientes de que van a surgir “rumores empresariales” basados en teorías de conspiración más chafas que la del robo del líquido de las rodillas en los pacientes con COVID 19.
No permitamos que esta nueva infodemia se convierta en un obstáculo para el resto de nuestro 2024, tanto como clientes o como proveedores.
Si llegamos a abril más rápido que cuando nos dicen “te invito a la casa a ver Netflix”, sería error garrafal permitir que se pare toda negociación o proyecto para esperar a ver quién será la nueva presidenta de la República en junio. ¡Así que: chop-chop!
La mejor forma de romper con aquella pésima dinámica empresarial sexenal es invirtiendo en investigación. Con base en el entorno y la opinión de los consumidores durante diferentes etapas (antes, durante y después de los comicios) podríamos crear nuevas estrategias acordes y qué mejor que apoyarnos en el Social Listening, donde podemos enfocar el análisis de la conversación en los usuarios que no quieren hablar de las elecciones.
Espero que lo tomen en cuenta y que hablemos pronto.
Dedico esta columna a mi querido amigo Arturo Valdez; gran maestro, aliado y excepcional investigador. Siempre ameno y on point con el dato, el chiste y el consejo.
