¡El consumidor en el sector salud ya no es el mismo! Antes buscaba “algo para el dolor”, “algo para el estrés” o “algo para el cansancio”. Hoy quiere soluciones que conecten con sus hábitos, con su estilo de vida y, sobre todo, con su identidad.
Bienestar con propósito
Hoy la gente no compra salud… compra significado.
El bienestar dejó de ser algo que se activa cuando te sientes mal, ahora es parte de quién eres, cómo te ves y cómo quieres moverte en el mundo dado que estamos en una época donde la gente busca tener control sobre al menos el que cree poder controlar; su propio cuerpo.
Entre la sobreinformación, la vida rápida y el estrés permanente, cuidar la salud se transformó en un acto de reafirmación personal y hasta rebeldía pero ¿Por qué el bienestar se volvió identitario? Porque ya no se toma un suplemento para “no enfermarte”, se toma para sentir que estás invirtiendo en ti, en tu futuro y en tu tranquilidad.
Por esta razón, el mercado wellnes ha sido valuado en 6.1 billones de dólares en el 2025 y según datos de Business Research Insights, seguirá creciendo en 5.3% anual en los próximos años lo que significa gran oportunidad para mercado emergentes y marcas recién consolidadas.
El consumidor hiperinformado
Si antes la gente se quedaba con la recomendación del amigo y de las recetas de la vecina de la abuela, ahora este público compara ingredientes, busca estudios, lee reviews, ve TikToks médicos, lee comentarios y termina sabiendo más de magnesio que muchos nutriólogos.
¿Qué significa esto para las marcas?
- Hablar simple, pero con sustancia.
- Probar lo que prometen.
- Ser transparentes: origen, dosis, beneficios reales. No garantizar resultados milagrosos y dar credibilidad a su marca por medio de comentarios de boca en boca
Actualmente las marcas no solo deben cuidar su visión, sino sus objetivos a corto, mediano y largo plazo, por ello, una de las tendencias más utilizados en el sector salud es contemplar la naturalidad del producto, es decir, regresar a lo natural respaldado con información científica.

Regresa la confianza en lo natural… pero con respaldo científico
Los botánicos, extractos y plantas medicinales han regresado en el sector salud pero no desde el lado místico, sino desde el lado técnico y práctico. El consumidor quiere cúrcuma, pero “estandarizada”. Ashwagandha, pero con estudios. Omega 3, pero de pureza certificada.
El consumidor ha regresado en creer en los beneficios naturales pero motivados con discursos que respondan a sus preguntas del “¿Cómo?” y “Por qué?” funcionan.
Es aquí un diferencial para cualquier marca, pues poder comunicar acertadamente esta información no es fácil. Tener formatos más fáciles, rápidos y “bonitos” no siempre puede ejemplificar los beneficios del producto correctamente. Por ello es necesario conocer al público y las necesidades que estos requieren para poder construir un mensaje que empatice y genere confianza con el respaldo científico pero siempre apelando a la emoción.
El consumo de salud y bienestar ya no es transaccional; es emocional, aspiracional y profundamente informado. Las marcas que entiendan este nuevo mapa ganarán la lealtad de un consumidor más exigente, más conectado y más consciente que nunca.








