Solemos comparar nuestras marcas personales con la de otr@s y evaluar nuestro éxito en función de los demás. Y aunque es importante tener referentes, también lo es entender que cada marca es única.
Pensemos en el mundo de la música por un momento. Hay miles de cantantes con voces increíbles, pero no tod@s llenan estadios. De hecho, son pocos los que tienen la capacidad de hacerlo.
La música, como muchas formas de arte, no sigue una fórmula exacta para el éxito. Factores como el momento cultural, las tendencias, la conexión emocional con el público y hasta la suerte juegan un papel crucial en determinar quién es un artista que llena estadios y quién uno que llena teatros locales.
Lo mismo sucede con las marcas personales en el mundo digital. Algunas personas logran un amplio reconocimiento y visibilidad, mientras que otras, igualmente talentosas y competentes, no consiguen el mismo alcance.
No es la cantidad de tu audiencia, sino la calidad de la misma. En una entrevista de Entreprenuer a Tim Jurka, Senior Director of Engineering en LinkedIn, este dijo: “LinkedIn tiene una perspectiva muy distinta sobre lo que significa alcance. El objetivo de la empresa [LinkedIn] es “conectar a los profesionales del mundo con oportunidades económicas,” pero en su opinión, eso no significa usualmente alcanzar al mayor número de otros profesionales. En cambio, quieren ayudar a los usuarios a conectarse con las personas correctas en su industria que pueden marcar una diferencia significativa.”
Ante esta realidad, lo importante es centrarse en desarrollar una marca personal auténtica y significativa, que refleje genuinamente quién eres y qué valor aportas, sin obsesionarse con los indicadores de éxito o viralidad. Al final del día, el impacto profundo y duradero se construye a través de conexiones auténticas y de valor.
Así como en la música, no todos llenarán estadios, pero cada uno puede encontrar su propio “público” que valore y se identifique con su “música” única.