Me encanta estar de vuelta contigo y en esta ocasión quiero contarte sobre algunos hábitos que me han ayudado a mantenerme a flote como emprendedora aún en tiempos complicados.
Créeme cuando te digo que habrá días que querrás tirar la toalla, y como dicen por ahí, cuando la pasión se apaga es cuando la disciplina entra en juego si quieres seguir adelante.
La vida de un emprendedor suele tener un camino de intensa incertidumbre, trabajo arduo y constante mejora todo con el objetivo de resolver un verdadero problema a alguien más.
A veces, los niveles de cortisol llegan a grados extremos porque estamos corriendo con mil temas y ni siquiera vemos el final del camino y peor aún tenemos que pagar a nuestros colaboradores sin aún obtener resultados.
La solución para no “tirar la toalla”
Después de muchos años he ido tratando de controlar el estrés, para ello he desarrollado 11 hábitos que en conjunto me han ayudado a controlarme.
Los hábitos que a continuación te compartiré, me han mantenido a flote en este mundo de acción, toma rápida de decisiones y aprendizaje.
Ahí te van:
1.-Hacer ejercicio. Para mí se ha convertido literal en medicina. La mejor forma de comenzar tu día es con una buena sesión de cardio, no hay una mejor recomendación que pueda hacerte. Te ayudará a bajar tu nivel de cortisol, por ende de ansiedad y angustia.
2.-Meditar. Ya esto seguro lo has escuchado por todos lados, pero de verdad que la meditación es milagrosa y te ayuda a pensar mejor en tu día. Hazlo al menos una vez al día (yo lo hago después del cardio y me siento fenomenal).
3.-Leer 20 minutos diarios. No solo me permite expandir mi mente y despejarme, sino que me permite acumular información para después mezclarla con otra que me brinda muchos frutos. La innovación muchas veces se da de pensar en dos o más industrias diferentes.
4.-Agradecer. Es increíble llevar a cabo esta acción porque entre más te enfoques en lo positivo que tengas más se expandirá (funciona de la misma manera si eres una persona negativa). Así que agradece todo lo bonito que tienes que estoy segura es mucho.
5.-Planear tu semana el domingo temprano. Es un ritual especialmente de domingo que te ayuda a prever como te acomodarás los siguientes 7 días. La verdad te ahorrará muchísimos bomberazos y sabrás que tienes que adelantar y cuándo podrás tener un descanso.
6.-Repetir mantras positivos. Aprender a doblegar nuestra mente no es fácil y algo que he encontrado para hackearla que me ha servido mucho es escuchar mantras positivos diariamente. Al principio seguro te sentirás raro, pero con el tiempo verás lo benéfico que es.
7.-Dormir suficiente. Siempre he dormido poco y he sido muy desvelada, pero luego de entender el alimento que significa el sueño para el cerebro, me he enfocado a tratar de dormir mejor y ha sido increíble para mi mente.
8.-Levantarme a las 5 am. Siempre he sido un búho y he creído que funciono mejor en la noche y no fue hasta ingresarme en “el club de las 5 am” que me di cuenta que eso era una absoluta falacia. Mi mente esta fresca y piensa mejor en la solitud de la madrugada y mis niveles de serotonina se disparan ese día al despertarme temprano versus cuando me dormía casi de madrugada tratando de terminar un trabajo. La mente estaba marchita y, por el contrario, mis niveles de ansiedad aumentaban.
9.-Comer menos carbohidratos. Luego de hacer muchos experimentos y dietas, en carne viva me di cuenta de que entre más pan y más azúcar como menos ágil soy mentalmente hablando. No soy nutrióloga ni mucho menos, solo te comparto que cuanto como más “keto” (más proteína y más verde) mejor puedo pensar.
10.-Ayunar al menos 10 horas. Que mi último alimento sea a las 7 pm y mi primero a las 8 am me ayuda a tener menos hambre y también a eficientar el pensamiento. Dicen por ahí que cuando las células entran en cetosis se comen lo malo (la grasa) de ellas mismas. A mí me ha funcionado para pensar mejor.
11.-Hacer una cosa a la vez. Es increíble el tiempo que tardo en reconcentrarme en volver a hacer una tarea cuando hago multitasking, que por naturaleza las madres trabajadoras hacemos de forma continua. Te podría decir que cuando tengo miles de ventanitas abiertas y me la paso atendiendo varias cosas a la vez mi mente casi no se puede concentrar y, por el contrario, me estreso, me confundo y mi atención al detalle baja muchísimo. En cambio, cuando me concentro en solo una cosa hasta terminarla me ha funcionado divino.
Ahora que ya conoces mis 11 hábitos me encantará saber qué te ha funcionado a ti. Me dará mucho gusto que sigamos en contacto en redes sociales para que me cuentes cómo te va con estos consejos, en todas me encuentras como @empoweringrace.