En nuestra nueva forma de vida, ha despertado en todos los profesionistas y consultores la necesidad de tomar en serio la opción de migrarse al terreno digital, pero si ese proceso lo hacen bien, se darán cuenta de que uno de los objetivos que deben tener claros, no es vender sus servicios a través de internet o redes sociales, sino algo muy superior que es, posicionarse como expertos. Y es ahí, en dónde pueden empezar a sufrir del síndrome del impostor, un síndrome común y muy dañino que es el resultado de la idea de posicionarse como un personaje experto, a través de plataformas y formas muy nuevas para el individuo y que lo conducen a compararse con otros que hacen lo mismo y que llevan un camino largo recorrido, el resultado de esa comparación, es emocionalmente desgastante.
Pero esto, es más común de lo que imaginamos, es un grado de inseguridad que cuando permitimos que avance, se convierte en una terrible bola de nieve porque se va apalancando a nuevas inseguridades, a pequeños obstáculos y al final, se transforma en la terrible pregunta de “¿quién soy yo, para … (salir en videos, hacer un podcast, vender un curso, etc…)”.
Si en algún momento, esto es tu caso, y te sientes abrumado por ese grado de inseguridad que a veces surge inicialmente porque estás haciendo lo que otros hacen, aquí te dejo algunas recomendaciones.
La primera es: deja de fingir. Para que no te sientas impostor, está bien que tal vez estás reproduciendo modelos de negocio que ves en otros sitios o que hacen otras personas, pero no trates de copiarlos, adopta tu personalidad y tu estilo a lo que sea que hagas, mientras más cómodo estés, menos tendrás la sensación de ser alguien que está engañando a su audiencia o posibles clientes.
La segunda cosa que debes hacer es: dejar de evadir. Esto tiene mucho que ver, porque cuando se nos ha metido en la cabeza que no somos lo suficientemente grandiosos para salir al escenario (sea cual sea), entonces vemos obstáculos y actividades inútiles, que por razones (que nos parecen) obvias, dejamos de actuar. Nos convencemos de que no es el momento. NO es así, no dejes de hacer nada, continúa y no evadas acciones.
Para ayudarte a vencer esto, lo tercero que debes tener en mente es plantear un objetivo general a mediano plazo y específico a corto plazo, que puedas fragmentar en pequeños logros diarios, que midas y que controles, necesitas hacer que cada día sea exitoso.
El cuarto consejo que debes tener en consideración, es que lo que sea que estés enseñando o recomendando, debes hacerlo tú mismo, o poder demostrarlo. Esto es importante porque a veces, sabemos hacer aquello que enseñamos y recomendamos, pero es necesario que tus seguidores, alumnos, escuchas.. puedan ver que lo haces, puedan recurrir a algún ejemplo, o sea evidente lo que haces. Esto evidentemente te ayuda con la seguridad y confianza en tu nuevo emprendimiento.
Por último, te sugiero que trates constantemente y sobre todo cuando tengas ese ataque terrible del síndrome del impostor, de que imagines el resultado del camino que estás emprendiendo. Imagina con fuerza cómo será cuando en 6 meses o un año o 5, logres todo lo que estás construyendo. Y disfruta, saborea ese éxito. Ahora continúa trabajando para llegar a eso.
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Me dará gusto platicar contigo