Alfred Hitchcock: El maestro del Marketing del cine
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26 Nov, 2025
Alfred Hitchcock no solo fue un maestro del suspenso en la pantalla, sino también un pionero en la promoción cinematográfica, y su campaña para Psicosis (1960) es un caso de estudio legendario. En una época en la que las estrategias de marketing de películas eran predecibles, Hitchcock rompió todas las reglas, convirtiendo la restricción de información y la experiencia de la audiencia en sus herramientas más poderosas.
El secreto como estrategia central
La piedra angular de la campaña de Psicosis fue el control absoluto del secreto de la trama. Hitchcock sabía que el impacto de la película dependía de que el público experimentara sus giros argumentales—especialmente la muerte temprana de la protagonista, Marion Crane (Janet Leigh)—sin previo aviso.
* Compra Masiva de la Novela: Para evitar que el público conociera la historia antes de tiempo, Hitchcock compró los derechos de la novela original de Robert Bloch y se dedicó a adquirir tantas copias disponibles como pudo, eliminando efectivamente la fuente del spoiler.
* Silencio del Elenco: Prohibió a sus estrellas, Janet Leigh y Anthony Perkins, dar entrevistas en radio, televisión y prensa. Esto era radical para la época, ya que se esperaba que los actores promocionaran sus películas. Al ausentarse, la campaña se centró enteramente en la figura icónica de Hitchcock.
* Tráiler con Despistes: Los avances no revelaban la trama. En cambio, el propio Hitchcock, con su característico humor macabro, guiaba al espectador a través del Motel Bates, insinuando secretos y tensión, pero sin desvelar la historia central, jugando con el elemento de la curiosidad.
La experiencia del cine reinventada
La innovación más revolucionaria de la campaña de Psicosis fue la política estricta de “no se permite la entrada tarde”. Antes de Psicosis, era común que los espectadores entraran a la mitad de la proyección y se quedaran para ver las partes que se habían perdido en la siguiente función (lo que se conocía como función continua).
Hitchcock desafió esta convención e insistió en que:
* Puertas Cerradas: Una vez que la película comenzaba, las puertas del cine se cerraban y nadie, bajo ninguna circunstancia, podía entrar.
* Creación de Expectación: Esta regla forzó al público a llegar a tiempo y creó largas colas fuera de los cines. La restricción, paradójicamente, generó un marketing de guerrilla al aire libre, ya que las colas y los rumores sobre la película se convirtieron en la mejor publicidad boca a boca.
* Manual para Cines: El director se aseguró de que esta regla se cumpliera rigurosamente enviando un manual a los propietarios de los cines con instrucciones detalladas, incluso llegando a contratar a guardias de seguridad (como los Pinkerton) en algunas ciudades para hacer cumplir la norma visiblemente.
El impacto: Marketing basado en la conversación
La campaña de Psicosis trascendió la publicidad tradicional. El mensaje de los anuncios, “No cuente nuestro final. Es el único que tenemos”, y la restricción de entrada hicieron que la gente hablara de la película no solo por su contenido aterrador, sino por la experiencia de ir a verla.
Hitchcock demostró que al restringir la información y controlar la manera en que el público consumía el producto, se podía generar una curiosidad masiva y una experiencia compartida más intensa. El misterio se convirtió en el principal gancho de venta, asegurando que cada espectador recibiera el choque narrativo completo y sin diluir.
21 noviembre, 2025 
