Estar preparados y protegidos para enfrentar posibles situaciones adversas es algo que quizá consideramos como importante, pero dado que difícilmente es urgente, en ocasiones no es tratado como un tema prioritario. De la misma forma en que a nivel personal es recomendable cuidar nuestras espaldas a través de acciones que nos ayudarán a salir bien librados de posibles conflictos o complejidades en el futuro, así en las empresas, el mejor momento para enfrentar riesgos potenciales es justo cuando no los hay.
¿Pensar en problemas si no los tenemos? Suena un tanto contradictorio, pero es tan lógico como acertado.
Una analogía entre el terreno personal y el de la comunicación puede dar una vista clara de este dicho. Pensemos por ejemplo, que para prevenir riesgos a nivel personal son necesarias tres acciones principales: a) cuidar nuestra relación con los vecinos para hacer equipo en caso de ser necesario; b) ser un buen ciudadano, hacer el bien y seguir las reglas; y c) estar atentos del entorno inmediato para evitar posibles situaciones de peligro. Si llevamos a cabo al pie de la letra esos tres rubros, estaremos blindados ante riesgos no inminentes pero sí probables. Así, el mundo de la comunicación funciona como espejo de nuestra vida diaria; es imperativo actuar con tiento en tiempos de paz, de manera que el posicionamiento de las compañías que se va generando con la labor de todos los días, ayude a solventar con éxito las crisis que pueden venir desde muy diferentes frentes.
Esas mismas tres acciones pudieran ser el punto de partida para cualquier empresa, de cualquier tamaño, de cara al futuro:
- Cuidar las relaciones entre la compañía y sus stakeholders: empleados, inversionistas, consumidores, proveedores, industria y claro está, periodistas y agentes de influencia dentro de su segmento.
- Ser un buen ciudadano corporativo: trabajar a favor de la comunidad en la que opera, ser un empleador responsable, enfocar sus operaciones a favor de la sostenibilidad de su industria, son algunos ejemplos.
- Estar alerta sobre el entorno: escuchar es el aspecto clave. Monitorear la opinión acerca de su empresa, el clima laboral, lo que se sabe y dice de sus competidores, de la industria, de las comunidades a las que impacta, es primordial en la labor de blindaje.
En resumen, el deber actuar día tras día en el mundo corporativo es la llave para abrir puertas muy valiosas que nos ayudarán a cruzar con éxito diversas situaciones de posible riesgo reputacional.