¿Sabes cuál es tu estilo? El estilo, en mi opinión es nuestro sello en dos diferentes rubros, primero que nada en nuestra imagen personal y segundo, sin ser menos importante, en nuestras acciones. Podemos pensar que el estilo está ligado solamente al “cómo me veo”, mi nuevo “look” pero en realidad, es una combinación entre cómo me veo y qué es lo que hago. Esas dos cosas nos proyectan hacia el mundo. Alguna vez un experto me describió como Moderna pero clásica ¿Se puede ser ambos? Debo confesar que es un estilo algo controvertido, pero aquí estoy, existo. Y mi interpretación es que soy actual en imagen y posibilidades sólo que a la vez tradicional en cuanto a los valores y acciones. Mmm… no es fácil, ¡Créanme! Aunque en general soy consistente con ello y me gusta que así sea.
También estoy totalmente convencida de que el estilo es una decisión individual; muchas veces nos dejamos llevar por lo que los demás ven en nosotros. Que en realidad es lo que les dejamos ver y lo que ellos interpretan con base en el conocimiento colectivo, la sociedad o simplemente su experiencia. Si no tenemos cuidado podemos reflejar algo contrario de lo que somos o queremos ser, y ¿Quién es el responsable? Nosotros mism@s pues estar conscientes y ajustar si es necesario es imprescindible.
Es interesante cómo la oferta en el mercado puede ayudarnos a mostrar nuestra individualidad, – si realmente sabemos quiénes somos y qué queremos-. Si no es así siempre habrá algún profesional que pueda asesorarnos. Pero antes que nada lo básico es que cada quien se defina así mism@, y no olvidar que, ya sea que decidamos “entrar al juego” o no hacerlo, de las dos formas estamos dando un mensaje al mundo, es tan simple como participar o no participar. ¿Quiénes somos al hacer una o la otra cosa? Eso es parte de quiénes somos.
Siempre me he considerado una buena observadora, por lo que te compartiré una experiencia y ¡Ya veremos qué opinas!.
Hace un tiempo acudí a la venta de una empresa de lentes para sol, líder en el mercado, con varias marcas de renombre. Llamó mucho mi atención una persona que compró 10 gafas obscuras, todas de marcas diferentes y estilos variados: deportivas, “fashion”, elegantes, simples, con mayor sofisticación, etc. ¡Me pareció interesante! Y visualicé varias alternativas. La primera fue que esta cliente tal vez no tenía un estilo definido, o que quizá estaba probando el mejor, o que compró un poco de todo porque pensó en diferentes personas, tal vez para hacer regalos, pero cuando me acerqué y me comentó que todos los productos eran para ella, simplemente pensé que su estilo era “no tengo uno, pero quiero que crean que si” y no me mal-interpreten, no voy por ahí criticando a la gente, simplemente observo y reflexiono y hay situaciones que cada quién hace notar…
Las personas podemos elegir una marca, si así lo deseamos, y eso puede ser parte de un estilo. Sin embargo la marca no debiera determinar quiénes somos. Creo que la aspiración es una inercia mercadológica interesante y ciertamente rentable de la que hablaremos después.
Por otro lado es importante que el estilo sea real y alineado con nuestras acciones: eso evitará algunos adjetivos negativos como los siguientes: falso(a), “wanna-be”, “Brander”, y expresiones como “sacó el cobre”; “aunque la mona se vista de seda, mona se queda” ó resultó ser un patán, o una “patana” porque también las hay ¿Eh? etc.
Un caballero, por ejemplo, no sólo viste adecuadamente, también trata bien a los demás.
¿Me explico? Y no se requiere gastar mucho para eso, simplemente se es y se actúa. Todo debe empezar desde adentro ¿Sabes?
Todos conocemos personas con estilos diversos, ¿Cuál es el tuyo?