No quiero entrar en muchos detalles, pero nací en la década de los ochenta, una época en la que quizá jugar videojuegos no era precisamente para los “populares” y, por supuesto, tampoco era una actividad que los padres alentaran.

Con el paso de los años, la rápida transformación tecnológica de los 90s y la llegada del nuevo milenio, se sentaron las bases de lo que se convertiría en una de las industrias más “cool y progresista”: “la industria del gaming”.

En 2022, la industria mundial del videojuego alcanzó un tamaño de mercado de aproximadamente 246 mil millones de dólares y las previsiones apuntan a un crecimiento continuo en los próximos años hasta situarse por encima de los 680 mil millones en 2030, incluyendo ingresos generados por la venta de videojuegos, consolas, juegos móviles y servicios relacionados con las micro transacciones, la publicidad dentro de juegos y las suscripciones a servicios de juego en línea.

Esto es evidencia del crecimiento exponencial de la industria de los videojuegos que década a década ha sabido cautivar y enamorar a los diferentes consumidores. La era dorada de los videojuegos sirvió para enamorar a los jóvenes y les permitió explorar mundos donde las fantasías podían hacerse realidad. Hoy, ya no solo los jóvenes son amantes de pasar un rato frente a una consola, sino que nosotros los adultos continuamos disfrutando de momentos “gamers”. De hecho, México está situado en el 5° lugar de los países de América Latina que más consumen videojuegos.

Y es que, quienes están detrás de la creación y el desarrollo de videojuegos han sabido construir narrativas y experiencias completas e inmersivas en las que puedes ir al castillo Bowser a salvar a Peach con tu hermano o ganar el mundial con la ayuda de tu mejor amigo; al parecer, la experiencia “gamer” ya lo ha tenido todo: fantasía, acción y comunidad.

La verdadera expansión del “gaming”

En el 2009, con el BOOM de los smartphones, la industria de los videojuegos se transformó por completo. Nadie se imaginó que existirían millones de dispositivos con capacidades superiores a muchas consolas y computadoras. A esto, se le sumó el surgimiento de las tiendas de aplicaciones en donde se logró una transición del mundo físico al digital en el gaming. Ya no teníamos que ir a la tienda a comprar un videojuego, con tan solo un par de clics lo podías adquirir y descargar.

Ahora, cualquier persona con un smartphone podría ser un gamer; esta apertura cambió el paradigma de perfil del “amante de los videojuegos”; ellos ya no eran los “geeks” o los introvertidos, sino que ahora se transformaron en los “cool” y “trendy”, que incluso hacen transmisiones en vivo mientras juegan y comparten consejos.

En los últimos10 años el hardware y el software se han comido poco a poco pedazos del mundo real para integrarlos a nuestro alter ego digital. Esto ha desencadenado una lucha por la atención de cualquier persona conectada. Los videojuegos no son la excepción, al compás del modelo “freemium” el desarrollo de la industria empezó a bailar. Descargas gratis y micro transacciones, ¿Perdiste?… No pasa nada te podemos dar vidas extras a cambio de un par de dólares, ¿No quieres pagar?… Puedes ver algunos anuncios para recuperar tus vidas.

Este modelo hizo que los desarrolladores de videojuegos se concentraran en momentos para que el usuario liberará grandes cantidades de dopamina, se hiciera adicto al juego y se aprovecharon de estos momentos para monetizarlos.

La revolución del gaming no va a detenerse y como lo mencioné, es una industria que seguirá creciendo; de hecho, ahora las televisiones inteligentes pueden tener las mismas capacidades técnicas que una consola de videojuegos lo que permite a los streamers contar con acceso a juegos simplemente teniendo una conexión a internet y su control de preferencia conectado vía bluetooth, esto demuestra que estamos muy cerca de llevar la experiencia premium de video juegos triple AAA a millones de hogares donde no había consolas.

En este terreno, las marcas tendrán la tarea de integrarse a esa experiencia de una manera mucho más orgánica y relevante alrededor del device y no dentro del juego. Es en esta explosión del mundo “gamer” en el que ahora las marcas tienen una gran oportunidad de abrirse camino para conectar con los consumidores, en momentos de alto engagement y que aún no está saturado de publicidad.

¿Crees que las marcas están listas para estar y captar la atención de los consumidores en estos nuevos entornos de consumo?