Uno de los primeros temas que se definen dentro de la estrategia de marca es el target. El target, en Mercadotecnia, se define como el mercado objetivo. Es realmente un concepto simple, pero con el paso del tiempo lo hemos sofisticado y con ello ha perdido la claridad y fuerza dentro de la estrategia.
En un inicio el target se definía en términos demográficos, geográficos y nivel socioeconómico (NSE) y con eso tenías un público objetivo que te ayudaba a definir puntos clave como el precio, el punto de venta, la comunicación e incluso medios para comunicar tu producto.
La evolución de la comunicación y tecnología nos han permitido acceder a información psicográfica y conductual que han hecho que nos volvamos ambiciosos y busquemos a nuestro consumidor ideal. Queremos que nuestro target sea un perfil tan claro que lo hacemos imposible de alcanzar.
Para ayudarnos a aterrizarlo, podemos decir que se ha vuelto como cuando buscamos a nuestra pareja ideal. Y podemos hacer el ejercicio ahora; cierra los ojos, imagina a tu pareja ideal, primero lo físico como estatura, edad, color de ojos y cabella, complexión; ahora piensa como se vestiría, que cómo habla, a qué se dedica, dónde vive. Y entonces vayamos más profundo, qué lugares frecuenta, qué música escucha, cómo son sus amigos y su familia, qué background o historia crees que tenga y qué aspiraciones.
Podríamos seguir definiendo y detallando por horas, y estoy segura que más de uno hemos hecho esto, y cuando abres los ojos hasta un nombre le diste. Por un segundo seamos analíticos, qué posibilidad hay de que encuentres a la pareja que definiste en un 100%? Hay características que tienen prioridad, que son básicas. Pero hay otras que consideraríamos “nice to have”, no indispensables y otras sin las que podemos vivir y nos engolosinamos.
La creación de un Brand character con el target
Así como lo hicimos ahora se define el target. La creación de un Brand character es una práctica común para apoyarse en definir este público objetivo ideal. La mayoría de las marcas cuentan con uno, y si, también le dan un nombre. El paso que algunas veces se da por hecho es el de priorizar las características y personalidad. Es decir, los 3 niveles que antes mencionamos, indispensables, secundarias, y las de vanidad o extras. En cada nivel puede haber de todos los tipos, demográficos, socioeconómicos, pictográficos y conductuales. El tener claridad y detalle en el Brand character, nos permite mantener alineadas las acciones de marca a todo nivel.