Seguramente has notado que con frecuencia escribo una lista de puntos de vista, “tips” o recomendaciones. Para mí es una forma de resumir análisis/reflexión previo en torno a alguna situación con base en mi experiencia. Me gusta porque se vuelve práctico y quiero pensar que al compartirlo soy parte de la reflexión de alguien más, sin embargo en esta ocasión no quiero darle ningún listado de puntos sino hablar de forma cercana con respecto a HACER LO CORRECTO EN EL MERCADO, creo que también hay profundidad en esto.
Para empezar es importante tener claridad acerca de qué es hacer lo correcto; pienso que hay muchas interpretaciones al respecto de esta palabra aunque no debería. Es entonces cuando las empresas o personas asumen que actuaron de forma adecuada cuando no es necesariamente así.
Vivimos en una sociedad donde hay una serie de protocolos y reglas para vivir en armonía ó simplemente para convivir bien, ese es un buen marco de referencia porque refleja a una mayoría, y hacer lo correcto en mi percepción, es actuar con la finalidad de no dañar a otros, y menos intencionalmente, así de simple.
En ambientes sociales e incluso empresariales se llega a percibir a Mercadotecnia como la manera de “engañar a las personas” para que compren “algo”. Lo he dicho antes, y lo sostengo; un mensaje engañoso es sinónimo de la ausencia de una estrategia de Marketing y ¡Sí! Probablemente significa “alguien a cargo” que no entiende las consecuencias, y en algunos casos que tiene mala intención. No es una vez que alguien ha dicho “No lo creas, es sólo marketing” y eso no es nada favorecedor para los que trabajamos en el área.
Sin embargo está muy claro que Mercadotecnia es una pieza relevante en las organizaciones – en algunas más que en otras dependiendo del mercado-, pero al final lo cierto es que Mercadotecnia no actúa sola, es parte de un ambiente de negocios que trabaja para lograr un resultado. Entonces hacer lo correcto en el mercado no sólo corresponde a Mercadotecnia aunque sea un área que da la cara; hacer lo correcto en el mercado significa actuar éticamente cuando nos ven y cuando no nos ven, y es responsabilidad de la organización completa. Se trata de actuar con integridad.
Cuando las organizaciones crean una cultura de integridad se nota en cada una de las acciones. Y por supuesto que se refleja en los productos que lanzan al mercado. Cuando es claro que un producto no cubre las características de calidad requeridas aunque sea un gran negocio ¿Lo lanzarías? Y cuando un producto atenta contra la salud ¿Lo manejarías? Hay decisiones que son muy personales pero otras pueden ser totalmente empresariales. Cuando hay productos que se exportan a un país pero dejan de venderse en otro porque se encontró de forma reciente, que dañan la salud pero no se descontinúan a nivel mundial porque las regulaciones en otros lugares aún lo aceptan ¿Qué pasa? ¿Es un dilema? Ciertamente no debería serlo.
Estoy convencida de que el Marketing no es un mensaje aprendido y va más allá de una estrategia de el mercado.
Debe ser una actividad profunda y empieza desde adentro de cualquier organización o persona. Por eso creo que si eres una persona que se ha manejado en ambientes comerciales, te vuelves más exigente. Soy exigente con los demás porque el cliente o consumidor también lo es conmigo. Y si mando un mensaje al mercado es porque creo en él y tengo certeza del mismo, por lo mismo podría promoverlo al interior de la empresa también, de ahí el término “endomarketing” que aunque es un concepto para otro artículo completo y más, es parte de actuar bien cuando te ven y cuando no te ven.
Por ejemplo ¿Los productos de la empresa que están al alcance de tus empleados tienen la misma calidad que los productos que acabas de lanzar? ¿Tienes estrategias para dar a conocer tus valores, visión y tus acciones al interior de la empresa tanto como al exterior? ¿Es verdad? O solo es parte del “trabajo”.
Un ejemplo simple: justo esta semana compré un producto para el cabello (del cual no diré la marca) pero simplemente no me sirvió, no digo que estuviera descompuesto pero no cumplió la expectativa para nada. Es obvio que abrí la caja y lo probé , y es obvio que lo regresaré porque no me sirvió. ¿Qué espero? Que el establecimiento no se ponga difícil y/o que la marca lo acepte; por otro lado que revisen el modelo y que lo mejoren o incluso que no lo vendan más. Eso pasará si otros consumidores también reclaman. Todo es parte de hacer lo correcto, generar confianza y congruencia. Eso debe ser Marketing ¡Hasta luego!