Durante mucho tiempo, la industria creativa latinoamericana creyó que para brillar en los grandes festivales había que pensar con acento extranjero. Producciones monumentales, conceptos con jerga universal y narrativas “globales”. Pero con los años, el jurado ha cambiado su brújula. Hoy, los premios más codiciados no los ganan las ideas más sofisticadas, sino las más honestas: aquellas que nacen de lo cotidiano, de la cultura local, de ese ingenio tan propio de esta región donde la creatividad no es un lujo, sino una herramienta de supervivencia.
El ingenio local funciona porque es auténtico. No necesita traducción, ni efectos especiales. Habla desde lo que somos y, por eso mismo, llega más lejos.
Un ejemplo brillante es “One BIC, One Book, Two Classics”, la campaña brasileña con la que BIC celebró los 75 años de su icónico bolígrafo. La idea fue tan simple como potente: reescribir Romeo y Julieta usando un solo bolígrafo BIC Cristal Dura +, a través de un brazo robótico y un modelo de inteligencia artificial que replicaba la caligrafía de Shakespeare. Lo que pudo ser una activación técnica se convirtió en una metáfora de resistencia creativa: una historia escrita con lo que cualquiera tiene a la mano. Ganó tres Leones en Cannes, demostrando que lo cotidiano, cuando se lleva con ingenio, puede ser universal.

Otro caso reciente es “Call of Discounts”, de Mercado Libre Brasil junto a GUT São Paulo. Convirtieron el universo gamer en un espacio de e-commerce, integrando a Neymar Jr. en una acción que mezclaba humor, cercanía y cultura digital local. No era una megaproducción hollywoodense: era una idea simple que conectó con una generación completa desde su propio lenguaje. El resultado fue un Grand Prix en Entertainment Lions for Gaming en Cannes 2025 y una muestra de que la creatividad puede ser tan efectiva como entretenida cuando parte de la idiosincrasia regional.

Y desde el Caribe, DDB Latina Puerto Rico sorprendió con su trabajo para Medalla Light y Rimas Music, logrando un Grand Prix y múltiples Leones. La campaña celebraba la identidad boricua con orgullo, mezclando música, lenguaje y símbolos locales sin intentar suavizarlos para la audiencia global. Lo que en otro contexto podría verse como “demasiado local”, aquí se volvió su mayor fortaleza: autenticidad sin filtro.

Estos casos confirman una verdad que la industria parece redescubrir cada año: las ideas simples no son pequeñas. Son las que mejor condensan una emoción, un gesto o una verdad cultural. Su efectividad radica en su claridad y en su valentía para no disfrazar el contexto del que nacen.
¿Por qué funcionan estas ideas?
1. Insight local → comprensión de una cultura / hábito local y/o cotidiano
Por ejemplo:
En BIC: insight = “el bolígrafo es tan común que casi lo damos por hecho; ¿y si lo probamos al extremo?”
En Mercado Libre: insight = “los gamers latinoamericanos prefieren marcas que les brinden experiencias que les ofrezcan entretenimiento y entiendan su pasión”
En DDB Latina: insight = “la identidad puertorriqueña es poderosa; ¿y si la ponemos al centro en vez de adaptarnos a lo global?”
2. Ideas simples pero valientes → algo que no necesita mil efectos especiales, sino una buena observación
3. Ejecución que trasciende → aunque la idea nazca localmente, se muestra lo suficientemente universal para impactar internacionalmente
El ingenio local es, al final, un lenguaje de supervivencia convertido en arte. Y cuando una idea latinoamericana se vuelve universal, no es porque imite lo global, sino porque recuerda al mundo que la creatividad, en su forma más pura, es la capacidad de resolver con lo que se tiene y hacerlo brillar.
El futuro de la efectividad —y tal vez del propio oficio creativo— está ahí: en las ideas que nacen en nuestra esquina del mundo, pero viajan sin pasaporte.








