¿Alguna vez te has preguntado cómo es que compraste ciertos artículos solo porque tu artista favorito los usaba?
Durante mucho tiempo, uno de los artistas líderes en el mundo de la publicidad fue Michael Jackson, con sus icónicas presentaciones y comerciales para Pepsi. Aquellos que presenciaron estas campañas, generalmente fans apasionados, no tardaban en correr a la tienda más cercana por su Pepsi o, en caso de ediciones especiales, hacían hasta lo imposible por obtenerlas.
La publicidad es un terreno en constante cambio e innovación, buscando siempre mantener ideas creativas. Comúnmente, estas iniciativas están ligadas a algún gatekeeper o celebridad que goce de gran aclamación por parte de la audiencia, con el objetivo de incrementar ventas y crear una conexión especial entre el cliente, el artista y la marca.
Un ejemplo muy claro de esta tendencia son los nuevos íconos mundiales del pop surcoreano, BTS, que hoy en día lideran premios y listas internacionales acompañados de millones de fans alrededor del mundo. A medida que una estrella en ascenso gana fama, marcas globales y de diversas generaciones, como McDonald’s, Samsung, Hyundai y Louis Vuitton, muestran interés por asociarse con estos ídolos para capitalizar toda esa atención. Un caso particular es la colaboración de BTS con McDonald’s, que resultó en un aumento significativo de las ventas a nivel global.
¿Por qué este fenómeno, si típicamente las figuras predominantes en el mercado y la sociedad son artistas estadounidenses y del hemisferio occidental?
El gran respaldo de BTS
Este fenómeno se debe en gran parte al apoyo de ARMY, el fandom de BTS. Dado que la cultura y los estándares de la industria coreana exigen que las boybands cumplan con ciertas características físicas y de personalidad, se crea una conexión especial con el público. Esto resulta en que incluso artículos cotidianos usados por los miembros del grupo, como una simple botella de agua o un auto de último modelo, se conviertan en objetos de deseo.
Un claro ejemplo de esto es el impacto de la promoción de McDonald’s, que aumentó las ventas globales en un impresionante 40.5% en comparación con 2020. Además, cuando BTS anunció su separación temporal en 2022, la bolsa de valores de Seúl registró una pérdida de 1500 millones de dólares en acciones, un reflejo de la dependencia económica hacia el grupo.
BTS ha mostrado que es posible captar la atención del público de maneras innovadoras, diferenciándose de otros artistas en cómo aplican estas estrategias con su público. Aunque cualquiera puede comprar una sudadera, el impacto no será el mismo sin el nombre de uno de los grupos más aclamados por las nuevas generaciones, similar a lo que se observa en el merchandising del K-pop.
Este tipo de estrategias no solo potencian las ventas, sino que también fortalecen los lazos emocionales entre fans y artistas, transformando simples transacciones en experiencias significativas y, en muchos casos, en promesas de campaña anticipada como se ve en campañas electorales y conciertos.
Por: Ana Sofía Barrientos Alcalá – estudiante del 6° semestre en la carrera de Diseño y Producción Publicitaria / Estrategia y Creación Publicitaria de UPAEP – Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.