¡Hola comunidad! ¿Cómo están? Hoy quiero hablarles sobre una ley básica del UX que es fundamental, pero a menudo pasada por alto: La Ley de Jakob.
Sí, parece algo obvio, pero no lo es. Tenemos que recordarlo a diario ¡la pólvora ya está inventada! y nuestra tarea es pensar y diseñar teniendo en cuenta al usuario, no darle el sorpresón de su vida. A menudo, al intentar ser originales y aplicar algo que suena interesante, esta creatividad se siente como una pesadilla para el usuario.
Aquí es donde entra la Ley de Jakob, un principio fundamental en el diseño de experiencia de usuario, que nos recuerda que “los usuarios pasan la mayor parte de su tiempo en otros sitios web” y debemos diseñar en base a lo que ellos esperan encontrar.
Entonces … ¿Qué es la Ley de Jakob?
Esta norma fue formulada por Jakob Nielsen, uno de los gurús de la usabilidad, y establece que los usuarios no quieren reaprender a usar una página web cada vez que aterrizan en una nueva. Buscan consistencia y patrones familiares que les faciliten la vida. Si en la mayoría de los sitios el menú está en la parte superior y un botón con una “X” cierra una ventana emergente, ¿por qué debería ser diferente en tu web? Ejemplo de esto fue el fracaso de window 8.
Innovación ≠ Confusión
A menudo, la tentación de ser “creativos” lleva a diseñar interfaces complejas que rompen con las expectativas del usuario. Pero innovar no significa confundir. Por ejemplo:
🚫 Mala práctica: Reubicar el carrito de compras en la esquina inferior derecha porque parece “original”.
✅ Buena práctica: Mejorar la experiencia del carrito en su posición habitual (arriba a la derecha) haciendo que sea más intuitivo, como añadir un contador de productos o acceso directo al checkout.
La innovación debe simplificar, no complicar. Si tu diseño requiere instrucciones detalladas para ser usado, probablemente necesite ajustes.
¿Por qué funcionan los estándares?
Los estándares de diseño son como las normas de tráfico. Imagina conducir por una carretera donde los colores de los semáforos cambian su significado según el municipio. Sería caótico, ¿verdad? Lo mismo ocurre en el mundo digital. Los usuarios se han acostumbrado a ciertos patrones porque funcionan y les ahorran tiempo, el recurso más valioso en Internet.

Ejemplos que ilustran la Ley de Jakob
El menú de hamburguesa 🍔: Aunque algunos lo critican, la mayoría de los usuarios sabe que esas tres rayas horizontales significan “menú”. Si decides reinventarlo como un triángulo o un rombo, podrías frustrar a tus usuarios.
La barra de búsqueda 🔍: ¿Cuántas veces has ido directamente a la barra de búsqueda de una página porque no encontrabas algo? Colócala en un lugar visible y ganarás la gratitud de tu usuario.
El botón “atrás” 🔄: Volver al contenido anterior debería ser intuitivo. Si un clic al botón “atrás” lleva a un lugar inesperado, el diseño falla.
¿Cómo aplicar la Ley de Jakob en tu diseño?
Observa a los usuarios: Realiza pruebas de usabilidad para entender cómo interactúan con tu producto. Si tienes que explicar demasiado sobre cómo usar algo, es hora de simplificar.
Adapta, pero no reinventes: Personaliza tu diseño sin sacrificar elementos familiares. Si necesitas destacar, hazlo a través de colores, imágenes o mensajes únicos, pero respeta la estructura básica.
Sé consistente: Asegúrate de que tu diseño sea coherente. Los patrones que introduces en la página de inicio deben mantenerse en el resto del sitio.
La Ley de Jakob no es una barrera para la creatividad, sino un recordatorio de que el usuario es el centro del diseño. Si respetamos las expectativas que tienen al navegar por Internet, ofreceremos experiencias memorables y agradables sin complicarles la vida. Recuerda: ser memorable no significa ser complicado.
Así que la próxima vez que tengas una idea de diseño “innovadora”, pregúntate: ¿realmente facilita la experiencia del usuario, o solo es un ejercicio de ego creativo? Te leo en comentarios.