Vivimos en una realidad inundada de imágenes de modelos jóvenes, delgadas, altas, con cabello largo y piel perfecta, que nos son mostradas en redes sociales, muchas veces en contra de nuestra voluntad. Estos estándares de belleza impuestos nos llevan a idealizar estos cuerpos “perfectos” como el tipo de figura que todas las mujeres deberíamos tener para ser consideradas “bonitas”.
Sin embargo, ¿qué pasa con las mujeres que no cumplimos con estos estándares? Existen infinidad de productos dirigidos a las mujeres que prometen ayudarnos a alcanzar estos estándares de belleza, ya sea para bajar de peso o conseguir una piel perfecta. Estos productos han tenido ventas exitosas gracias a la presión social, obligándonos a estar en una constante búsqueda de resultados para poder satisfacer a la sociedad.
Personalmente, no me considero alta, con una figura delgada o una piel perfecta, ni tengo ninguna característica específica que me haga formar parte de las “mujeres bonitas”. Sin embargo, me he sentido identificada con las críticas hechas a los diferentes cuerpos existentes, porque como parte de nuestro instinto, buscamos encajar en la sociedad.
Las mujeres somos mucho más que nuestro cuerpo, tenemos sentimientos y muchas veces somos víctimas de comentarios hechos por terceros basados únicamente en nuestra apariencia, lo que influye en cómo nos sentimos y cómo nos percibimos. Esto puede llevar al desarrollo de inseguridades y problemas de salud como desórdenes alimenticios o psicológicos, según la Universidad Internacional de Valencia.
Comunicación sobre la belleza
Durante años, Victoria’s Secret organizó el famoso “Victoria’s Secret Fashion Show“”, uno de los desfiles más esperados del mundo, donde se presentaban cantantes reconocidos y las modelos, conocidas como “Ángeles”, desfilaban representando el ideal femenino. Este desfile generaba en espectadoras y modelos el deseo de cumplir con los requisitos de belleza estereotipada impuestos. Sin embargo, se sabía que no cualquiera podía ser un “Ángel”, ya que era necesario cumplir con requisitos rigurosos como tener una figura delgada, seguir regímenes estrictos de alimentación y dedicar varias horas al físico.
Aunque Victoria’s Secret intentó cambiar su enfoque incluyendo mujeres deportistas o transgénero en el desfile, estas acciones no fueron suficientes, ya que seguían perpetuando la idea del cuerpo perfecto. Como resultado, la última edición del Victoria’s Secret Fashion Show fue en 2018, marcando el fin de una era en la que la mujer era vista como un icono sexual y aspiracional.
La lencería es un elemento que toda mujer utiliza, por lo que debemos sentirnos cómodas con lo que usamos. Sin embargo, ¿cómo podemos sentirnos cómodas con nuestra lencería si la sociedad nos dice que solo se ve bien en cuerpos que se asemejan a los de las modelos de Victoria’s Secret? Personalmente, creo que el Victoria’s Secret Fashion Show era una gran estrategia publicitaria para generar conversación y anticipación, pero no se adaptó a los cambios sociales y culturales, como la inclusión de cuerpos con diferentes apariencias y regulaciones en los contratos de las modelos.
Soy una firme creyente de que si Victoria’s Secret hubiera cambiado su enfoque y hubiera adoptado una representación más inclusiva de la belleza femenina, podríamos haber evitado muchos de los problemas de inseguridad corporal que enfrentan las mujeres en la actualidad. En lugar de perpetuar ideales de belleza poco realistas y exclusivos, podrían haberse convertido en líderes en la promoción de la diversidad y la inclusión en la moda y la belleza.
Afortunadamente, en los últimos años, hemos visto un cambio en la industria de la moda y la belleza hacia una mayor representación y celebración de la diversidad. Así poco a poco le vamos diciendo adiós a la belleza inalcanzable. Marcas emergentes, así como marcas establecidas, han comenzado a abrazar la diversidad en términos de tamaño, forma, color de piel, género y más. Se han lanzado campañas publicitarias y desfiles de moda que muestran una gama más amplia de cuerpos y rostros, y se han roto muchos estereotipos de belleza restrictivos.
Es alentador ver que más y más personas están hablando en contra de los estándares de belleza poco realistas y están abogando por una representación más inclusiva y positiva en la industria de la moda y la belleza. Las voces de las mujeres y personas de diversos orígenes han sido escuchadas, y las marcas están comenzando a reconocer que la belleza viene en todas las formas, tamaños, colores y géneros.
Sin embargo, todavía hay mucho trabajo por hacer. Aunque hemos avanzado en la dirección correcta, la industria de la moda y la belleza todavía enfrenta críticas por la falta de verdadera inclusión y representación, y la lucha contra los estándares de belleza poco realistas está lejos de terminar. Es importante seguir promoviendo una imagen positiva y diversa de la belleza, y seguir abogando por una industria que sea inclusiva y accesible para todas las personas, independientemente de su apariencia física.
Por: Marlene Esperanza Vargas Hernández – estudiante del 9° semestre en la Licenciatura en Diseño y Producción Publicitaria / Estrategia y Creación Publicitaria de UPAEP – Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, UPAEP.