1. Home
  2. »
  3. Columnistas
  4. »
  5. ¡No más disculpas! Mejor vamos a ser cuidadosos

¡No más disculpas! Mejor vamos a ser cuidadosos

Hace ya algunos años, tuve la fortuna de viajar con un montón de gente. Recorrimos el mundo… ¡aprendiendo, actuando e impactando de alguna forma al mundo! (por lo menos eso pensamos, aún hoy.  Una de las personas en este grupo, era Dai, un amigo de Japón. Siempre tranquilo, calmado. Colaboraba en todo lo que podía y siempre estaba calladito. Así transcurrían los días y los meses, hasta que Dai, el día menos pensado, durante una actividad, estalló.

Por primera vez lo escuché gritar ante un grupo de gente para decir: Oigan, estúpidos americanos. Estoy hartoooooooooo (así sonó en inglés) de que siempre anden pidiendo perdón. Me empujan y “perdón Dai”, se acaban la comida y “perdón”, me pisan y “perdón, no quise hacerlo”. ¿Por qué en lugar de siempre andar pidiendo perdón no se fijan en lo que hacen? ¡Me tienen harto!

Y después, volvió a su normalidad. 

Pero ese incidente, desde entonces lo he traído en la mente. Siempre lo recuerdo, porque estoy muy de acuerdo con él. Seguramente tú también conoces a alguien así, como quienes exasperaron a Dai. La típica persona que va por la vida pisando callos, cometiendo errores, empujando a la suerte y quizá arruinando buenos negocios, para él/ella o para otros. O quizá… tu eres alguien así. ¡Ups!

Todos lo hemos sido en alguna ocasión. Me refiero en este caso, a quienes lo hacen ya rutinaria y repetidamente, hasta llegar al punto en que su conducta sea más o menos aceptada como normal por el resto de la gente… hasta que “el resto de la gente” se harta.

Hay errores que cuestan vidas. ¿Recuerdas el Titanic? Esos son errores mayores. Seguro que un “lo siento” no hubiese solucionado nada.

Hablemos de los errores que algunos, tú, yo o alguien cercano, cometemos y siempre tratamos de corregir con un “perdóname”, “lo siento”, “última vez que pasa esto”.

ALGUNOS DE ESTOS ERRORES COTIDIANOS:

  • Quien siempre llega tarde, porque algo obviamente más importante que tú, se atravesó en su camino. Su argumento: Lo siento, ya sabes que siempre llego tarde.
  • Quien siempre olvida los pequeños detalles (trátese de un contrato, la compra de algo en el súper, hacer alguna llamada). ¿Y que te dice? Perdón, tengo muchas cosas en la cabeza.
  • Quien habla todo el tiempo…y le encanta y le vale que los demás no puedan intervenir en SU conversación. “Siento mucho hablar tanto. Cuando quieran hablar, díganme, levanten la mano, porque si no, yo me sigo”, es lo que te dirían.
  • Quien no cumple con su parte en un proceso de ventas… pero que va a exigir la parte de la comisión que cree que le corresponde. “Siento mucho no haber asistido a la muestra de las casas, tuve un súper compromiso. Pero qué bueno que somos un gran equipo”.
  • Quien llora cada segundo, por cualquier cosa. “Perdón, soy muy sensible”.
  • Quien siente que está bien ofender a los demás, porque sufren de alguna condición, y sienten que la vida les debe. Perdón, ténganme paciencia. Perdónenme si de pronto les miento la …Los medicamentos y mi enfermedad, me tienen muy nerviosa. Aguántenme.

Y podemos hacer la lista más larga.

Pero no se trata de eso. 

Lo que quiero recalcar, es la importancia que tiene no quedarnos en el pedir perdón, sino dar tres pasos adelante.

EL PRIMER PASO: Reconocer

Piensa: ¿Cuáles son esas situaciones, acciones, palabras por las que, en repetidas ocasiones, te encuentras pidiendo “perdón”?

Neuromarketing: Descifrando el Cerebro del Consumidor | Duncan C. & Daniel R. & Hans Hatch

No es difícil. Es más sencillo de lo que piensas y simplemente reconocerlas, te va a hacer sentir mejor. Te lo prometo.

EL SEGUNDO PASO: DEJA DE PEDIR PERDON y AGRADECE a quienes hayas afectado con tus acciones, estableciendo una solución que TÚ implementarás.

  • Gracias por esperarme siempre. Voy a cambiar eso controlando mejor mi agenda.
  • Gracias por comprender que traigo mucho en la cabeza. Voy a anotar siempre para que no se me olvide lo que me pides.
  • Gracias por escucharme todo el tiempo. Me ayuda mucho el que me escuches. Prometo que seré más conciso.
  • Gracias por estar ahí para aceptarme cuando estoy sensible. Me ayuda mucho. Voy a fortalecer mi interior para que haya menos llantos y más risas.
  • Gracias por apoyarme en este proceso que estoy viviendo. Sé que estoy muy sensible y que debo de controlar más mis reacciones.

EL TERCER PASO: Haz algo.

De nada sirve reconocer que algo anda mal y agradecer el apoyo que los demás nos brindan, si no hacemos algo al respecto. Y entonces, ya que lo propusiste en el paso anterior…

  • Tenemos que organizar nuestros tiempos. El tiempo de los demás es tan valioso como el propio. Por ello, si quedo a una hora determinada, tengo que estar ahí antes, siempre. No excusas.
  • Ten aplicaciones en tu celular, que te permitan dar seguimiento y anotar todo lo que tienes que hacer. Si no te gustan las aplicaciones, lleva siempre una pequeña libreta. No es problema tener mucho en la cabeza. El problema es no saber cómo organizar nuestra vida, nuestra agenda, para no afectar a terceros.
  • Antes de hablar, pensar muy bien lo que vamos a decir, para respetar el tiempo de otras personas. No tiene nada de malo hablar mucho, si lo que se dice es del interés general. El problema es que quienes hablan demasiado, generalmente son quienes tienen necesidad de escucharse.
  • Los amigos siempre son un gran apoyo para quien es sensible. Es mejor buscar apoyo individual, que tener a todo un grupo escuchando nuestras situaciones. ¿Quién te puede ayudar además de escucharte? Busca ese apoyo.
  • Si sabes que tus medicamentos o cualquier situación te alteran, y te ponen de nervios, se consciente de lo que puede pasar si estallas en una situación grupal o uno-a-uno. ¿Vale la pena exponerte? Entiende esa situación que te tiene alterado y llévala con alguien con quien tienes vínculos y te puede ofrecer apoyo y una solución. 

Pedir perdón no es una respuesta adecuada, cuando las cosas que hacemos o decimos, afectan a otras personas.

Deja de pedir perdón. Reconocer todas esas acciones que haces, a veces sin pensar, y que afectan a otros, te hace una mejor persona.

Y ya que las reconociste, por favor, HAZ ALGO. 

Te vas a sentir mejor.

Gracias por leerme. Agradezco siempre sus comentarios.

JL

TAGS:

COMPARTIR ARTÍCULO

Facebook
Twitter
Telegram
WhatsApp

DEJAR UN COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ARTÍCULOS RELACIONADOS