Personal branding: Un mal día para ser Carlos Muñoz

En varias de las columnas que he escrito aquí en Soy.Marketing les he compartido mis experiencias en Clubhouse, la red social de interacción solo por audio que se basa en salas temáticas donde puedes coincidir con personas de cualquier parte del mundo.

En mi experiencia de aproximadamente ocho meses en esa red social, la sala que recuerdo que ha tenido más quórum fue una en la que se buscaba desenmascarar a los “vendehumos”, que en el contexto de aquella plática, se trataba de aquellos personajes que ofrecen cursos y mentorías para guiar a otras personas a encontrar el éxito personal y profesional.

En aquella ocasión, la mayoría de las personas eran españolas y hablaban principalmente de personajes de ese país, pero empezaron a surgir también personas de América Latina para señalar a los que ellos consideraban los principales vendehumos de por estos rumbos y fue ahí donde me di cuenta del gran posicionamiento que tiene Carlos Muñoz en este tema.

¿Qué ha sucedido con Carlos Muñoz en las últimas semanas?

El también llamado “Máster Muñoz”, de acuerdo con su biografía de Twitter es socio fundador del Instituto 11 Latam, halcón de venta, emprendedor, conferencista, consultor global y autor de 11 libros.

En varios foros se le escucha decir que tiene el objetivo de ayudar a un millón personas a emprender. En redes como TikTok se pueden encontrar videos donde él se acerca a la gente en sus autos mientras están en una luz roja para ofrecerles cien pesos o un consejo de emprendimiento.

Hace algunas semanas se hizo tendencia por un video de una plática que tuvo con el escritor del libro “Incongruencias pseudointelectuales” Diego Ruzzarin, el la que éste le debatía las bases de lo que ha sido su metodología todos estos años. Una plática en la que a todas luces Muñoz se notaba incómodo y sobre la cual explicaría después que el día de ese debate estaba desvelado y cansado.

El episodio más reciente

Esta semana Carlos Muñoz se convirtió en tendencia nuevamente y no por algo positivo. Circuló en redes un video en el que se le observa impartiendo uno de sus cursos en un salón y de repente señala a uno de los meseros para usarlo como referencia en su plática: “Ese mesero al que agradezco mucho su trabajo, está ahí y no aquí sentado porque no tiene el hambre”.

Canal de Soy.Marketing en WhatsApp

Con el hambre se refiere a esa ambición o intención de ser mejores que las personas tendrían como motivación para estar tomando el curso. La reacción de las redes sociales no se hizo esperar y en automático  empezaron a surgir críticas, memes y llamados a la cancelación del conferencista a quien se acusó de clasista y de haber sobajado a una persona sin deberla.

Las menciones frecuentes del incidente en cuentas de Twitter como @esdemamador con cerca de 600 mil seguidores, provocaron que Muñoz fuera tendencia durante dos días, lo cual ayudó a liberar la animadversión de muchas personas que consideran sus cursos como un fraude.

https://twitter.com/EsDeMamador_/status/1448489003712487428?s=20

Las lecciones sobre branding personal

En relaciones públicas siempre se ha debatido esa máxima que dice que “la mala publicidad sigue siendo publicidad”. Pero, ¿hasta qué punto estamos dispuestos a sacrificar la imagen y la reputación de la marca personal por seguir siendo tendencia?

Aquí les comparto tres ideas que podemos aprender de este caso:

  1. La humanidad de las marcas. Ya lo he repetido mil veces en esta columna, a las personas les gustan las marcas humanas, mostrarte como alguien a la que no le importa hacer menos a otra persona definitivamente no es una buena idea. La humildad (real) y el trato amable siempre serán cartas bien apreciadas en las audiencias.
  2. La imagen. Si bien el conferencista no tuvo la actitud más empática con el mesero, no se justifican los ataques por el físico o la forma de vestir. En las marcas personales este tipo de detalles importan aunque a estas alturas del partido ya deberíamos haber superado esas fijaciones.
  3. La reacción. Como en toda crisis, las reacciones son muy importantes. Muñoz se disculpó con el mesero y comentó que fuera de contexto sus comentarios pueden sonar insultantes. Una vez más, percepción es realidad: Si suenan insultantes, muy seguramente es porque lo son, el tono de la comunicación de la disculpa sigue denotando cierta soberbia. Más allá de eso el problema es la tracción que trae la imagen de su marca personal.

Carlos Muñoz es una personalidad que puede caer en los extremos, o te cae muy bien o te cae muy mal, cada quien puede tener su opinión con base en los hechos y está bien, pero una cosa es cierta: algo ha estado haciendo bien para estar en lugar donde está hoy, el tema es no minimizar estos incidentes que poco a poco van mermando la imagen y terminan por romper la liga.

Seguramente las personas a quienes sus cursos les han servido lo defenderán y muchos otros detractores le seguirán tirando hate. Hoy por lo menos, nos ayudó para poder platicar un poco sobre marca personal.

Reto de la semana: ¿Qué piensan ustedes sobre este caso? Coméntenme en Twitter donde me encuentran como @RobertoBaez.

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