Hay tendencias que aparecen porque alguien las empuja. Y hay otras que llegan porque es la consecuencia lógica de lo que estamos viviendo.
Las tendencias 2026 pertenecen a esa segunda categoría
Durante años repetimos palabras como mantras: transformación digital, personalización y omnicanalidad, entre otras. Se construyeron discursos brillantes… y procesos que nunca pasaron la prueba piloto. Pero algo cambió: el consumidor se cansó, la economía se apretó, la tecnología maduró y la regulación dejó de ser opcional.
No es marketing que evoluciona, es el contexto obligándonos a evolucionar.
A continuación, enumero algunas tendencias que ya nos esperan a la vuelta de la esquina:
1. Inteligencia Artificial de marca: adiós a la improvisación
En 2026, no tener un modelo de Inteligencia Artificial (IA) propio será como no tener identidad visual, algo impensable.
Las marcas están creando sus propios modelos no por ego, sino por supervivencia. La IA privada se convertirá en la única forma de garantizar tono, consistencia y velocidad sin sacrificar control.
Porque la verdad es que ninguna marca puede darse el lujo de sonar distinta en cada país, agencia, brief o campaña.
2. Retail físico: la magia vuelve, pero en Realidad Aumentada (RA)
La RA dejó de ser truco y se convirtió en herramienta. No está para sorprender, está para servir. Reduce devoluciones, explica productos complejos, guía al cliente por la tienda y convierte la visita física en algo que vale la pena vivir.
En un mundo donde quedarte en casa es más cómodo que cualquier centro comercial, la tienda necesita volver a ser destino, no trámite. La RA llegará como un salvavidas disfrazado de experiencia.
3. Publicidad emocional: volvemos a sentir… con datos
La emoción vuelve al centro del tablero, esta vez respaldada por tecnología que sabe, muchas veces mejor que nosotros, si estás cansado, frustrado o eufórico.
¿Suena distópico? Tal vez. ¿Funciona? Probablemente sí. Las marcas finalmente están entendiendo que no compiten sólo por ventas, compiten por significados. Y en 2026 lo emocional será el único diferenciador que no se copia ni se automatiza.

4. Personalización sin vigilancia: la nueva tregua digital
La muerte anunciada de las cookies se convertirá en el nacimiento de una privacidad más sana.
Entonces, la pregunta será ¿cómo personalizamos sin perseguir? La respuesta es el contexto.
El ¿quién eres? deja de importar y el ¿qué necesitas ahora? lo dice todo. Clima, ubicación, momento, urgencia.
Marketing que respeta y, aun así, acierta. Una paz digital que parecía imposible, pero que será inevitable.
5. Adiós influencers, hola expertos
Los influencers ya no impresionan, el cansancio digital es real. 2026 será el año en que el conocimiento recupere autoridad, los expertos volverán a la escena y los KOLs (Key Opinion Leaders) sustituirán a las celebridades digitales.
El público quiere aprender, no sólo mirar y las marcas están entendiendo que la confianza no se alquila, se construye día a día.
6. Omnicanalidad predictiva: anticipar es el nuevo sorprender.
Predecir lo que el cliente necesita antes de que lo pida no es magia, es analítica bien hecha. Y cuando una tendencia le conviene a todos (marca, consumidor, operación) no hay nada que la detenga.
2026 será el año en que la experiencia deje de ser wow para convertirse en por fin. Menos pasos, menos fricciones, más soluciones. Porque el consumidor no quiere que lo enamoren, quiere que le resuelvan.
2026 no será el año de las ideas nuevas, sino el año en que aceptemos lo que negamos por años: el marketing no cambia porque las marcas quieran, cambia porque los consumidores ya no les permiten seguir igual.
Y eso, aunque incómodo, es lo mejor que le puede pasar a esta industria.Cuéntame, ¿Qué otras tendencias veremos en 2026? Déjame tu opinión o contáctame por redes sociales y no te pierdas los #Martesdemarketing.








