Twitter se ha convertido en un enorme buzón de quejas, desahogos, buenas noticias, ideas creativas, pensamientos absurdos, fragmentos de canciones y todo tipo de texto que a la Generación Z se le ocurra; es decir, aunque los usuarios no lo noten, la red social se ha convertido en una mina de oro que las marcas podrían explotar muy bien para descubrir millones de insights y, de esa forma, lograr conectar con cierto segmento de mercado.
Es un hecho que “Todos ligan a través de redes sociales… hasta las marcas”, sin embrago, en los últimos años, Twitter se ha posicionado como una de las redes sociales favoritas de la Generación Z, pero ¿qué tiene de especial de entre todas las demás? La respuesta es simple. El servicio de microblogueo se ha convertido en un espacio seguro para las emociones intensas, los pensamientos reales, las quejas honestas e incluso aquellos desahogos desesperados de jóvenes que ya no tienen miedo a ser juzgados ni a mostrarse tal cual son; Twitter se ha vuelto uno de los medios a través de los cuales la Generación Z se expresa, pero, sobre todo, se ha vuelto la plataforma que les permite ser y sentirse reales.
Hoy, lejos de avergonzarnos por sentirnos vulnerables y temer al famoso qué dirán, aplaudimos la transparencia de quienes se atreven a expresar con palabras lo que muchas veces nosotros no podemos. Para muchos de nosotros, encontrarnos con un tweet es descubrir que alguien más piensa igual que nosotros, que a alguien más le encanta la misma canción que a nosotros, o simplemente que alguien más se siente exactamente igual que nosotros; nos gusta conectar con la gente a través de nuestros ideales más transparentes expresados en tan sólo 280 caracteres.
De esta forma, los jóvenes nos hemos apoderado de la red social y, sin querer, la hemos convertido en un inmenso océano en el que las marcas tienen la oportunidad de pescar insights realmente valiosos, pues muchos de los tweets con los que nos topamos día con día, son el reflejo inmediato de nuestros pensamientos, emociones y sentimientos. No es ninguna novedad que existen empresas basadas en insights, pero lo anterior quiere decir que nos encontramos ante un panorama en el que las marcas ya no tienen que esforzarse demasiado para encontrar palancas que les ayuden a conectar con la gente, en especial con la Generación Z, simplemente tienen que ser lo suficientemente listas y pacientes para poder encontrarlas.
El mismo Twitter ya ha sido lo suficientemente inteligente como para generar campañas con tweets de usuarios que no necesariamente gozan del reconocimiento público, pero que supieron expresar en ingeniosos juegos de palabras el sentir de muchos de nosotros. Así, la red social creó una campaña de exteriores recopilando tweets irónicos, divertidos y bastante creativos acerca del fin del 2020, un año que se resume en cambios y se describe, de manera clara y concisa, como un año horrible al que se esperaba con ansias decirle adiós.
Twitter ni siquiera tuvo que preocuparse por generar contenido para su campaña, porque ya lo tenía: sus usuarios se lo proporcionaron a través de su libertad de expresión resumida en unos cuantos caracteres. Así, con algo que parece bastante simple para la marca, se generó un lazo importante con sus usuarios, al destacar que cualquiera puede subir un tweet que se vuelva viral, pero, sobre todo, al generar que millones de personas apoyaran la campaña porque lograban identificarse en palabras de otros.
Así que habría que cuestionarnos varias cosas como publicistas, porque tenemos millones de recursos que aprovechar para acercarnos a nuestro público objetivo, pero ¿qué pasaría si las marcas realmente explotaran esta oportunidad y crearan campañas con base en lo que Twitter puede aportar? ¿Será este el momento en el que las marcas deberían detenerse a pensar en Twitter como una herramienta que les ayudaría a acercarse de forma más real e ingeniosa a su target y no sólo como un medio para ganar notoriedad?
Quizá la era de los memes continúe, pero, sin duda alguna, el momento de los tweets valiosos, ingeniosos y reales, para conectar con un segmento tan auténtico y tan complejo como la Generación Z, ha llegado.
Por: Mariana Zamora López – estudiante de 9º semestre de la Licenciatura en Diseño y Producción Publicitaria – Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, UPAEP.
