Las redes sociales se han convertido en una fuente de información y de difusión importante en nuestros días. Obtenemos datos en tiempo real no sólo de lo que ocurre en nuestro país sino en el mundo. Desde cultura, deportes, política, economía, turismo, moda, noticias del espectáculo; hasta reportes viales, clima, catástrofes naturales y los sucesos desafortunados como la inseguridad, corrupción, quejas, demandas, entre otros.
Todos nos convertimos en reporteros, analistas, investigadores, críticos y comunicadores. Sólo nos basta contar con tecnología móvil y estar activo en plataformas como Twitter, Facebook, Periscope, Snapchat.
Lamentablemente el uso irresponsable de estas, se puede transformar como bien dice Elena Poniatowska; “en un arma de doble filo”.
En el ámbito deportivo, es muy común encontrar polémicas que surgen después de que un atleta hace un comentario mal atinado, por compartir información de su vida personal, generar especulaciones, por haber sido captado en momentos no apropiados, por revelar información confidencial, por engancharse en agresiones con medios de comunicación o pseudoaficionados.
Estos problemas afectan no sólo la imagen del deportista en cuestión sino la del equipo, sus marcas patrocinadoras y el deporte en general; se pierde objetividad y su razón de ser.
En enero del presente año, Dani Alves, jugador FC Barcelona, ofendió a medios de comunicación a través de su cuenta de Instagram y manifestó pesar por formar parte del fútbol, esto después de quejarse de un mal trato tras la final de Copa del Rey.
El comentario como era de esperarse se hizo viral.
Posterior a lo ocurrido, el club lanzó un comunicado donde aclaraban que no coincidían con lo expresado por el jugador.
Actualmente figuras, grandes ligas y las entidades deportivas buscan protegerse de las redes sociales.
La NFL ha asesorado a sus 32 equipos de fútbol para el uso de sus social media. Buddy Media, fue la agencia encargada de implementar y desarrollar sus campañas en Facebook y Twitter. Mientras que los funcionarios de los equipos monitorean constantemente los tweets o posts de cada uno de sus jugadores. Incluso se sabe que la NFL hizo algunas recomendaciones a sus jóvenes promesas del fútbol americano. De ellas las que destacan son: no usar las redes sociales 90 minutos antes de un juego, no interactuar en las aplicaciones hasta que las conferencias de prensa finalicen.
Por otra parte, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha decidido prohibir el uso de aplicaciones para streaming en vivo durante Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Lineamientos que deberán ser cumplidos no sólo por los deportistas participantes sino también por los staffs acreditados (entrenadores, oficiales, personal que labora para los comités olímpicos nacionales, federaciones internacionales y medios de comunicación).
Los deportistas podrán publicar fotos en sus redes sociales sólo si es para uso personal. No podrán facilitar información de terceros en las mismas. No podrán compartir imágenes con tintes publicitarios, comerciales, raciales, políticos o religiosos.
“Los deportistas podrán comentar su paso en las competiciones, pero no deberán asumir el rol de periodistas”.
Existen entidades deportivas que desde las negociaciones con los atletas son claros con las reglas del juego (hablando de comunicación digital) y lo establecen en un contrato. No hay forma de omitir las obligaciones que adquieren.
Algunas celebridades deportivas han optado por contratar agencias que administren las redes sociales. Hay otros que no desean perder el contacto con sus fans y prefieren asesorarse con los representantes de las principales apps (como Facebook y Twitter) en cada uno de sus países, para generar y mejorar contenido, manejo de crisis y poder llevar personalmente sus propias cuentas.
Y esto es una maravilla, demuestra que cada vez hay más compromiso, interés por la actualización. Que es trascendental estar activo de manera inteligente en estas plataformas, originando engagement con sus seguidores, pero también el potencial comercial que esto les puede generar a todos.