A la donación de sangre le hace falta marketing

Seguramente al menos una vez en tu vida has necesitado o sabes de alguien cercano que haya necesitado que le donaran sangre. Y también sabes lo difícil que puede resultar.

Desde encontrar la persona que sea compatible, que tenga la disposición de hacerlo de manera desinteresada, pero, sobre todo, que sea aceptado en el banco de sangre que te fue asignado.

En muchas ocasiones la donación de sangre se convierte en una tarea titánica que además corre contra reloj pues de no encontrar donadores, el proceso médico para la cual se requiere puede ser detenido con las consecuencias desafortunadas que conlleva.

Pero si de la misma forma que una marca de deportes anima a la gente a ser una mejor versión de ellos mismos, utilizara sus recursos para enfocarlos a este tipo de acciones destinada a concientizar sobre la importancia de donar, la donación se volvería una acción regular.

Es aquí cuando el marketing social desempeña un papel fundamental a la hora de animar a la gente a donar sangre.

De acuerdo a la definición que da Kotler, el marketing social es “un proceso que usa principios y métodos del marketing para crear valor, entenderlo y entregarlo con el fin de cambiar el comportamiento de la población objetivo de manera que beneficie tanto a esa población objetivo, como a la sociedad en general”

Uno de los grandes obstáculos que atraviesa el marketing social es la credibilidad de los involucrados en la campaña. Si la campaña de donación de sangre es promovida por una empresa o institución de dudosa reputación, el mensaje será mal recibido y no será aceptado.

Al igual que en el marketing comercial, el marketing social busca modificar el comportamiento de las personas, pero la diferencia está enfocada en un bien social mayor y no en satisfacer una necesidad personal.

Marketing en la industria del entretenimiento | Lorena Zamora & Roberto Báez & Hans Hatch

Existen cuatro factores que intervienen en dicho cambio de comportamiento:

  1. Culturales: creencias, valores, costumbres, edad, nacionalidad, etc.
  2. Sociales: grupos de referencia, clase social, entre otras
  3. Personales: edad, etapa de vida, ocupación, personalidad.
  4. Psicológicas: estado de ánimo, actitudes, comportamiento.

En temas sociales el marketing debe apelar a las emociones, debe trabajar los aspectos afectivos y de beneficio grupal que la acción que se está promoviendo puede traer.

Afortunadamente en los últimos años a nivel mundial se han realizado diferentes tipos de campañas que impulsen la donación de sangre. Pero desafortunadamente en América Latina se tiene la tasa más baja de donadores.

A continuación, te dejo 3 campañas creativas que se realizaron con la finalidad de hacer que la gente fuera a donar:

  • #BleedForTheThroneGame of Thrones
  • Cargador de sangre – Fundación Pro Sangre
  • Letras perdidas – NHS Blood and Trasplant

Cuando no se cuenta con grandes presupuestos o cuando no somos una marca, una de las formas más eficaces de promocionar la donación de sangre es a través de las redes sociales. Plataformas como Facebook y Twitter permiten llevar el mensaje a un público más amplio y con suerte tener el apoyo de algún medio de comunicación que nos ayude en su difusión.

Mediante diferentes estrategias de marketing se puede mejorar los índices de donación de sangre y, sobre todo, salvar vidas.

¿Has donado sangre alguna vez? Escríbeme en Twitter

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3 comentarios

  1. Hola, hola buenas tardes qué tema tan importante de este artículo en especial. En verdad en momentos tan críticos como es la salud de un ser querido, en verdad llega a ser un tema difícil y complicado el conseguir donadores por los distintos motivos que describes aquí. Deseamos que la gente cree conciencia y podamos ser cada vez más las personas que lo hagan.
    Saludos /Martha

  2. Me pareció una excelente aportación la idea de implementar campañas a favor de la donación, apelando a la empatia de contribuir a la recuperación de una persona que bien, en algún momento pudimos o podremos ser nosotros, algún familiar o amigo. Creo que no solo instituciones públicas del sector salud, sino también empresas privadas de la industria farmacéutica, tienen una excelente oportunidad de accionar como agentes sociamente responsables motivando a la población a ser participes.

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