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Anillo de papel, opera Prima de Cinema Klan

Si algo hemos acumulado en abundancia durante el confinamiento obligado por la pandemia son las historias. Cada uno puede contar la suya o las de otros, y habría que atreverse a hacerlo para retener las lecciones de estos aciagos tiempos. 

Cinema Klan decidió estrenarse en el mercado haciendo lo propio, y dando luz al cortometraje Anillo de Papel. 

En 15 minutos asistimos a la intimidad de una pareja que decide ensayar la vida conyugal durante la cuarentena para descubrir que en el día a día, incluso el papel de baño, puede ser un motivo de desencuentro, o quizá todo lo contrario. 

Siempre se agradece la posibilidad mágica que brinda el cine para asomarse a la intimidad de otro, identificarse con los personajes, llorar, gozar o sentir compasión por ellos, aunque en realidad sea por uno mismo.  

La productora, Cinema Klan, es una división de Kung Fu Klan, empresa filial de if & Company, un holding mexicano con destacada experiencia en la producción de eventos, comunicación y estrategias publicitarias.

Con Anillo de Papel, Cinema Klan se estrena con el pie derecho como productora de creación de contenidos audiovisuales como películas, documentales, series, cortos, video clips, entre otros.

El cortometraje cuenta con las actuaciones de Marilyn Uribe y Vicente Flores, y fue filmado en un departamento de la Ciudad de México durante la etapa de confinamiento por la pandemia del SARS-COV-2.

Rodrigo Hernández, productor del cortometraje y de Cinema Klan, comentó que la intención es “demostrar que aún en esta difícil coyuntura es posible producir historias emotivas y de gran interés para todo tipo de público”. 

La producción destaca por su iluminación y por la creación de ambientes realmente íntimos. 

El director del corto, Mario Sandoval, quien cuenta con veinte años de experiencia dentro del mundo cinematográfico, comentó a soy.marketing que la historia es la de cualquiera que vive en la ciudad, y que lo más importante es la identificación que propician los personajes, aunque sea por un momento de la historia.

“A veces crees que eres el único que la está pasando mal o que está viviendo un momento tenso en este cautiverio, y da un poco de tranquilidad darte cuenta que al otro también le está pasando, que quizá se está peleando por tonterías o que dijo cosas que no quería”, expresó Rodrigo Hernández. 

Mario Sandoval consideró que es un corto “esperanzador”, que muestra que después de esta pandemia también nacen nuevas historias, además de las ya vividas en el encierro. “El final está planteado así, como el inicio de una nueva historia, pero una esperanzadora”.

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Pero, ¿por qué plantear una historia positiva en un tiempo tan aciago?: “Sería muy fácil hablar de las cosas malas, y como cineastas plantear todo ese estrés y pesadez que cargamos sobre los hombros, pero queremos que el público que la vea tenga un buen momento, que se sienta partícipe de esta comunidad, y se lleve esperanza”, explicó Sandoval.

Mientras, Rodrigo detalló que la intención no era tener acción, drama y enfermeros, puesto que “la vida cotidiana puede ser mucho más densa”, y es un poco lo que se quiere comunicar con el corto.

Observó que la pandemia nos enseñó a vivir y convivir con nuestra pareja o con las personas que queremos, porque en la cotidianidad nunca hay esos espacios de comunicación con palabras o sin ellas. 

“La pandemia nos ha enseñado a estar con la gente que queremos, a aguantarla, a aguantarnos ros, a hablar con nosotros y enfrentarnos a nosotros”, agregó el productor.

Para Rodrigo Hernández esa situación la plantea el corto con las pausas que pueden ser desesperantes para algunos, pero también enriquecedoras si las sabes sobrellevar y salir fortalecido para comenzar una nueva historia. “Se asiste mucho a los procesos internos, algo que sin la pandemia no veríamos, porque entonces tendríamos la facilidad de irnos, y aquí no nos podemos ir”. 

Mario Sandoval reiteró que es una historia sencilla, con un tono de comedia y es un corto diferente porque es esperanzador. “El hecho de que no sea una historia pretenciosa hace que las personas tengan la disposición de mirarlo sin prejuicio”.

La música también es otro tema singular. El soundtrack del cortometraje es de Santiago Ojeda, hijo de Salvador, El “Negro” Ojeda. Como ejecutante Santiago ha trabajado con su padre, con Caifanes y con Botellita de Jerez. 

Este corto, divulgado a través de las redes sociales, va viento en popa. En Youtube, las vistas ya suman más de 20 mil, mientras que, en Facebook, rondan las 30 mil y contando. 

Aquí lo puedes ver, y nos cuentas qué te pareció.

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