Tan “ingenioso” título me lo volé de una prehistórica cartelera de teatro donde anunciaban una puesta en escena del Loco Valdés y Héctor Lechuga y que tenía ese “genial” nombre. La verdad era muy joven para siquiera imaginar entrar a esos lugares, por lo que no tengo la más mínima idea de que trataba.
De lo que sí puedo hablar es de Netflix y lo que alguien ha calificado el peor error de la plataforma.
Todo comienza con una idea que no es tan mala y es la de realizar varias de docu-series, de nombre African Queens, para retratar la vida de mujeres que de alguna forma alteraron el curso de la historia y creo que en la antigüedad clásica, muy pocas tuvieron la relevancia que tuvo Cleopatra, la última gobernante de origen macedonio de Egipto; luego de ella, el territorio de ese país, que en realidad sólo era las fértiles riveras del Nilo, pasaría a ser propiedad exclusiva de los emperadores romanos.
Todo este embrollo surge a partir de la decisión de la directora Tina Gharavi de colocar a una actriz de origen africano con el papel principal de reina de Egipto. En una época en que todo mundo se queja de que hay una “agenda” de inclusión y que las empresas productoras de contenido están abusando de esa situación, una Cleopatra con piel oscura solo vino a elevar el tono, aún más, de una discusión que lleva varios años en redes.
Realidades fantásticas
Ya he hablado en este espacio de sirenitas que no parecen nativas de Copenhague así como de Enanas y Hobbits con mucha melanina. Estoy de acuerdo que con cuentos infantiles y con fantasía se pueden otorgar ciertas licencias para meterse dentro del juego de la inclusión, sin embargo, en algo que si soy demasiado estricto (¿mamón?) es en el tema de los errores históricos en películas y series.
Me matan los jinetes romanos que utilizan estribos (no los habían inventado), los campesinos medievales con dentaduras perfectas que viven en aldeas idílicas donde todo es armonía, me revientan los duelos de espada que más que una lucha, parecen bailes coreografiados. Para mí es un gran downer ver algo que simplemente está equivocado en términos históricos. Habla mucho de la falta de dedicación que pone la producción en hacer algo de calidad.
En el caso de Cleopatra, es un gravísimo malentendido histórico siquiera suponer que era de piel oscura. Cleopatra era descendiente (dentro de una familia demasiado endogámica) de reyes de origen macedonio (al norte de Grecia) herederos de Ptolomeo, uno de los generales y hombres de confianza de Alejandro el Grande que luego de la muerte del conquistador, pudo quedarse con el muy rico reino de Egipto y sus pintorescos alrededores.
Decía que eran demasiado endogámicos —ella estaba casada con su hermano—. Esto lo hacían porque pensaban que nadie, fuera de la familia, tenía la dignidad para ello, por lo que lo más seguro es que hayan mantenido una continuidad étnica.
Los griegos no son, por lo menos en su mayoría, rubios y de ojo azul. Mantienen un tipo mediterráneo clásico, quizá más morenos que los europeos del norte, pero de ninguna manera de tipo africano.
Por su parte los egipcios, estirpe que pudo haberse colado en la familia de los Ptolomeos, aunque tampoco son rubios, podrían haber tenido un aspecto muy similar a los actuales. Gente del tipo semita que tampoco es posible emparejar con los africanos de más al sur.
Fantasías reales
En el caso de las historias de Ficción, nunca he estado en contra de hacer algún tipo de experimento o versión en la que se cambie el espacio histórico o región geográfica donde se desarrollan. Mira este ejemplo de cómo fue re-imaginada —de forma absoluta— una película que puede considerarse como clásica:
Exacto, una versión mucho más funky del Mago de Oz interpretada por Diana Ross y Michael Jackson, entre otras personalidades de origen africano, que utiliza distintos escenarios en Nueva York. ¡The Wiz es toda una joya!
Sin embargo, es muy distinto llevar un tema histórico, con todas las filias y fobias que representa, y “adaptarlo” a las creencias muy personales de una directora a la que su abuela le dijo que la reina del Nilo era afrodescendiente y venderlo como “documental”. ¡Por supuesto que va a pisar callos!
De hecho, una de las más severas críticas sobre la personalización de esta Cleopatra proviene del propio gobierno de Egipto y creo que en este caso tienen toda la razón. Es como si alguien quisiera hacer la historia épica del legendario sacerdote Tenoch guiando a los aztecas desde Aztlán y al director se le ocurriera poner al reparto de Mulán con penachos.
El resultado ahí está: ¡Queen Cleopatra logró la PEOR calificación en la historia!
Obviamente estos resultados no son causados únicamente por la decisión del casting, mucho tiene que ver la actuación de todo el reparto así como el guion, pero desde el momento que llega con ese tipo de antecedentes, es muy difícil que se recupere.
Ni hablar, gracias a esta serie Netflix logra su peor error de la historia e incluso, en niveles de ridiculez, se pone por debajo de los Anillos del Poder de Amazon. Veremos como apechugan esta afrenta.
Tú, ¿qué opinas de la decisión de la directora de utilizar una actriz de origen africano?
Hay que destacar que la entrega anterior de African Queens, que narraba la vida de la reina Nzinga de Ndongo, también fue muy criticada por sus “desviaciones históricas”.