La pandemia del COVID-19 aceleró drásticamente la transformación digital en todos los sectores, y la industria de los videojuegos no fue la excepción. Sin embargo, este hito ha traído consigo una serie de desafíos y crisis que han puesto a prueba la resiliencia de este sector. En esta ocasión, querido lector, analizaré para ustedes los principales problemas que enfrenta la industria de los videojuegos en la actualidad, desde los cierres de estudios hasta las huelgas de trabajadores, y visualizaré posibles soluciones para superar estos obstáculos. Sin más preámbulo… ¡Comencemos!

El impacto de la pandemia: Un crecimiento acelerado y sus consecuencias

La pandemia impulsó un crecimiento exponencial en la industria de los videojuegos, ya que millones de personas en todo el mundo buscaron en ellos una forma de entretenimiento y conexión social durante los confinamientos. Este aumento en la demanda generó una presión sin precedentes sobre los desarrolladores, quienes tuvieron que adaptarse rápidamente a nuevas formas de trabajo remoto y cumplir con las expectativas de los jugadores.

Sin embargo, este crecimiento acelerado también tuvo consecuencias negativas. La sobrecarga de trabajo, los plazos ajustados y la presión por lanzar juegos de alta calidad llevaron a un aumento en los casos de burnout entre los estudios de desarrollo. Además, la pandemia expuso las fragilidades de la cadena de suministro global, lo que provocó retrasos en la producción de hardware y componentes electrónicos, afectando así el lanzamiento de nuevas consolas e indirectamente la de muchos títulos. Hubo algunos intrépidos que intentaron salir, con consecuencias desastrosas, como ejemplo Cyberpunk 2077 del estudio polaco CDProjekt Red.

Cierres de estudios y reestructuraciones

Uno de los efectos más visibles de la crisis en la industria de los videojuegos ha sido el cierre de numerosos estudios de desarrollo en todo el mundo. Desde pequeñas empresas independientes hasta grandes corporaciones, ninguna ha estado exenta de las dificultades económicas y los desafíos logísticos derivados de la pandemia. Los cierres de estudios han provocado la pérdida de miles de empleos y han reducido la diversidad de juegos disponibles en el mercado. Literalmente nadie estuvo exento de esto y como ejemplo tenemos los 3 siguientes:

• Firewalk Studio, desarrolladores de Concord y propiedad de PlayStation, anunció el cierre de sus puertas después de que el título mencionado, fuera retirado de tiendas digitales, después de dos semanas de estar disponible. Algo nunca antes visto en la industria, atribuible a no tener ni la calidad, el fun factor y un gameplay diferenciador a la de cualquier otro shooter disponible previamente.
• Bungie, estudio detrás de la creación de grandes franquicias como Halo y Destiny, fue adquirido también por PlayStation y si bien se salvo del cierre, si tuvo que despedir a una gran parte de su fuerza laboral, esto por no generar lo esperado con su popular loot shooter, lo que seguramente afectará el desarrollo de Marathon, que es una antigua IP que están tratando de revivir.

• Reestructuraciones en grandes publishers y desarrolladores como Ubisoft y Activision Blizzard han anunciado despidos masivos, acompañados posteriormente con cierres de estudios en los últimos años, buscando reducir costos y adaptarse a un mercado cada vez más competitivo.

Tiempos de desarrollo excesivos y la crisis de los AAA

Los juegos AAA, aquellos desarrollados por grandes estudios con presupuestos millonarios, se han visto especialmente afectados por la crisis. Los tiempos de trabajo se han alargado considerablemente, y muchos juegos han sufrido retrasos de varios años. Esto se debe a una combinación de factores, como la complejidad creciente de los juegos, la necesidad de adaptarse a nuevas tecnologías y la escasez de personal cualificado.

Además, la presión por lanzar juegos cada vez más realistas y ambiciosos ha llevado a un aumento en los costos de producción. Esto ha obligado a las grandes editoras a tomar decisiones difíciles, como cancelar proyectos, reducir el tamaño de los equipos de desarrollo o recurrir a microtransacciones para generar ingresos adicionales. Casos hay muchos pero de los más relevantes tenemos estos:

• Starfield (Bethesda): Este ambicioso RPG de mundo abierto, anunciado en 2018, experimentó múltiples retrasos y cuándo salió en septiembre de 2023 tuvo una recepción tibia por parte del público. Esto aunado a que también estuvo disponible en el servicio de Gamepass propietario de Xbox, no alcanzó el volumen de ventas esperado.

• Halo Infinite (343 Industries): El lanzamiento de Halo Infinite se retrasó un año para permitir a los desarrolladores pulir el juego y ofrecer una experiencia más satisfactoria y ni siquiera con este tiempo pudieron entregar una secuela que mantuviera a los fans de la franquicia interesados por un largo tiempo.

• S.T.A.L.K.E.R. 2: Heart of Chornobyl: Este juego de rol post-apocalíptico, secuela de la aclamada serie S.T.A.L.K.E.R., ha sufrido múltiples retrasos debido a la guerra en Ucrania y a la necesidad de reestructurar el desarrollo del juego. Finalmente será lanzado el 20 de noviembre y esperemos que el esfuerzo de GSC Game World haya valido la pena.

Huelgas y la lucha por mejores condiciones laborales

La pandemia ha puesto de manifiesto las desigualdades existentes en la industria de los videojuegos, y los trabajadores han comenzado a exigir mejores condiciones laborales. Inspirados en parte por las huelgas de actores y guionistas de Hollywood, los trabajadores de la industria de los videojuegos han iniciado una serie de acciones para exigir aumentos salariales, mejores beneficios y un mayor respeto por su trabajo.

La inteligencia artificial ha desempeñado un papel importante en este contexto, ya que plantea la amenaza de automatizar muchas de las tareas realizadas por los trabajadores creativos de la industria. Estos colaboradores temen que la IA pueda reemplazarlos y reducir sus salarios, lo que ha aumentado la tensión entre los trabajadores y las empresas.

La oportunidad de Nintendo y el éxito del Switch

Mientras todo lo anterior está sucediendo, Nintendo ha logrado destacar con el éxito de su consola Switch. La portabilidad y la versatilidad del Switch lo han convertido en una opción atractiva para los jugadores de todas las edades, y su catálogo de juegos exclusivos ha sido muy bien recibido por la crítica y el público. La Casa de Mario se ha enfocado en la diversión y no en gráficas y elementos técnicos que incluso van más allá de las super producciones hollywoodenses, que a los otros dos grandes han tomado como principal bandera. Mientras que PlayStation cerró Japan Studio, su división de juegos más sencillos, pero sin tanta parafernalia efectista, Nintendo impulso a partners como Level 5 a crear más y mejores contenidos.

El éxito del Switch demuestra que todavía hay un gran apetito por experiencias de juego más casuales y accesibles, y que no todos los jugadores buscan gráficos ultra realistas y mundos abiertos inmensos. Nintendo ha sabido aprovechar esta tendencia y ofrecer una alternativa a las consolas de alta gama de PlayStation y Xbox.

Soluciones viables para la industria de los videojuegos

Para superar los desafíos actuales y asegurar un futuro sostenible para la industria de los videojuegos, es necesario adoptar una serie de medidas:

• Invertir en el desarrollo de talento: La industria necesita invertir en la formación de nuevos desarrolladores y en la creación de programas de mentoría para ayudar a los profesionales a desarrollar sus habilidades.
• Fomentar la diversidad y la inclusión: Una industria más diversa e inclusiva será más creativa y mejor equipada para abordar los desafíos del futuro. Recordemos que durante este periodo surgió el escándalo de acoso sexual y laboral dentro de Activision-Blizzard, lo que detonó en parte la exigencia de colaboradores a mejores condiciones laborales.
• Explorar nuevos modelos de negocio: Los modelos de suscripción y los juegos como servicio ofrecen oportunidades para generar ingresos de forma más sostenible y reducir la presión por lanzar juegos a corto plazo. Lo anterior tomando en cuenta que no sean agresivos o leoninos con el consumidor, ya que si no tendrían un efecto de rebote negativo, perjudicando la ya de por si lesionada percepción de algunos de los publishers más grandes.
• Colaborar con sindicatos y asociaciones de trabajadores: El diálogo entre los trabajadores y las empresas es fundamental para encontrar soluciones equitativas y sostenibles. Incluso sería sano fomentar la creación de sindicatos que pudieran mediar entre ambas partes para evitar conflictos a posteriori.
• Regular la inteligencia artificial: Es necesario establecer un marco regulatorio claro para la inteligencia artificial en la industria de los videojuegos, que garantice que la tecnología se utilice de manera ética y responsable. Su contraparte actoral, de escritura e incluso de doblaje de series y películas tiene un buen aprendizaje al respecto, por lo que estos modelos se deberían tomar como base para adaptarlos al entorno laboral del gaming.

La industria de los videojuegos se encuentra en un momento crucial de su historia. Los desafíos son numerosos considerando que en cuanto tiempo de existencia es una industria aun joven, pero también existen oportunidades para construir un futuro más justo y sostenible. Al trabajar juntos, los desarrolladores, las empresas y los jugadores pueden crear una industria que beneficie a todos por igual y sobre todo se adapte a la vorágine de cambios tecnológicos que día con día surgen o se presentan. ¿Ustedes son gamers amigos? Si es así seguro esta información les fue muy interesante. ¡Nos leemos pronto!