Cuando hablamos de una película o serie ¿manda el director, el productor, el algoritmo o el espectador? Cuando se habla de elegir a un gobernante, ¿decide el puesto el antecesor, el asesor, los medios o el pueblo? Si se habla de un negocio ¿las dediciones dependen del dueño, el gerente, el supervisor, las tendencias o el cliente? Cada punto depende estrechamente uno del otro y aunque un tema cumpla con diferentes objetivos de otro, tienen una cosa en común, el consumidor.
El poder en masa
Existen diversas novelas, caricaturas o películas animadas que retratan la unidad como una fortaleza olvidada, como aquella de insectos diminutos y trabajadores dominados por otros con mayores fortalezas físicas, aparentemente, u otra de una rebelión contra el humano en una granja ¿Sabes de qué películas hablo? Exacto, de bichos y pollitos en fuga.
La ciudadanía ha olvidado o quizá aún no conoce el poder de la unidad. No solo cuando se habla de elecciones democráticas, sino de imponer su voluntad en decisiones comerciales, sociales y de satisfacción.
Hay que destacar que son cada vez más las empresas que se apegan a tendencias, esto con la finalidad de satisfacer las necesidades y exigencias del público. Asimismo, candidatos para puestos gubernamentales que anteponen la ideología en masa, antes que la suya para obtener un puesto.
Justice League: Snyder Cut
Una perfecta muestra del poder del consumidor, es la reciente película del Snyder Cut donde después de las fuertes críticas al primer largometraje dirigida por Joss Whedon, se retomó el proyecto original de Zack Snyder gracias a las exigencias, comentarios, especulaciones y quizá curiosidad a través de las redes sociales y hashtags.
Una de las razones por las cuales se detuvo la primera versión, además del abandono del director Zack Snyder por problemas familiares, fue la desaprobación de la Warner Bros ya que la versión del Snyder Cut es más sombría y larga. Situación que no había tenido el impacto deseado como con las películas de la competencia que han priorizado el humor.
Algunos medios de comunicación y la misma Warner han catalogado como “fans tóxicos” a aquellas personas que piden la restauración del universo cinematográfico del Snyder Cut, despúes del éxito de esta versión de Justice League con el hashtag #RestoreTheSnyderVerse. “No vamos a tolerar nada de eso“ Mencionó Ann Sarnoff, CEO de WarnerMedia Studios después de una campaña de presión en redes.
Sin embargo, no hay que olvidar que esa misma “toxicidad” está dando el éxito en plataformas de streaming en uno de los atributos cinematográficos más significativos en la historia de superhéroes.
No es de extrañar, que la nueva versión de cuatro horas de duración, haya encantado a todo espectador, ya que estos mismos son quienes exigieron durante 2 años poder ver esta interpretación. Pero ¿entonces quién decidió qué se filmara, editara y proyectara?
En este caso, Zack Snyder ha mencionado ser un fan más de las historias de DC Comics, convirtiéndose en un consumidor más. Las decisiones dependientes de contextos sociales, históricos, ficticios y de los fans han dado como resultado una versión totalmente diferente dando pie a la posibilidad de seguir disfrutando secuelas de este mundo extendido cinematográfico.
Asimismo, en la política o industria, el pueblo tiene la facultad de decidir quién gobierna, cuándo gobierna y cómo gobierna como se vio en las elecciones del 2018. Actualmente, aunque funciones diferentes, el Snyder Cut nos ha mostrado el poder de la unión no necesariamente presencial, sino digital a una escala impensable con hashtags, comentarios, críticas, videos, artículos y demás (para evitar bots).
Esta alianza, puede lograr lo que en películas y novelas nos han enseñado desde niños y que hemos olvidado, el poder que tenemos con la unión como consumidor… o ¿tú qué opinas? ¿Quién decide y tiene el timón del barco? Déjame saber tus comentarios.
Una respuesta
Muy buena columna Luis. Personalmente creo que un poco sobre el poder del consumidor en este caso en particular estuvo el poder económico de los ingresos que podría generar soltar el Snyder Cut, que al final de la historia qué bueno que lo hicieron porque hubiera sido una pena que ese material se quedara enlatado.