Seguramente has escuchado de la tan “aclamada” película Emilia Pérez donde logró el record de 13 nominaciones al oscar, incluyendo mejor dirección, mejor película, mejor canción original, mejor guión adaptado, entre otros pero ¿De verdad es tan buena o cómo dice el viejo dicho “en la política, las casualidades no existen”?
“En política, nada sucede por accidente. Si esto sucede, usted puede apostar que fue planeado de esa manera”
Franklin D. Roosevelt
Nada es casualidad
Quizá te puedas preguntar ¿Estás hablando de política o de Emilia Pérez? Y yo te diré que este artículo no intentará abordar la película desde un contexto cinematográfico, aunque así lo sea, pues su trasfondo de una manera conspirativa radica en lo político y social ¿Por qué? Analicemos.
El filme de Emilia Pérez es una película francesa, situada en México, con actores y directores extranjeros (no mexicanos) que retrata de manera subjetiva un problema, no de años sino décadas, que aqueja a la sociedad de forma directa e indirecta como lo es el narcotráfico, sus vínculos con la política y las desapariciones. Podemos hablar de las pésimas interpretaciones de los actores, de las cuestionables traducciones cuando se intenta hablar español o de la poca empatía hacia el problema que aborda, pero no lo haré porque reitero, el trasfondo es político y social.
¿Te has preguntado cómo ve el mundo a México? Pues esta película que ni siquiera hizo la labor de investigar la problemática real, palabras dichas por el director Jacques Audiard en una entrevista, se atrevió a retratar un país que en los últimos años cambió su estructura política-económica y de cierta manera, pudo resultar incómodo para algunos países aliados pues afectan a los intereses de grandes empresarios y dinosaurios.
No es casualidad que una película haya tenido tanta publicidad en el extranjero y apoyo por la industria cinematográfica, como lo son los óscares cuando este carece, dicho por críticos expertos, de historia, investigación, sustento, diálogo, ritmo e interpretación.
No olvidemos
En la década de los años veinte y treinta cuando la radiodifusión encuentra su apogeo, existió (y aún existe nombrado de diferente manera) el término “Payola” que se caracterizaba por el “pago por debajo del agua” para impulsar un sello discográfico. Estas prácticas, además de ser muy poco éticas suelen ser ilegales ¿Puede suceder en la industria del cine? Te lo dejo a tu criterio.
Asimismo, no hay que olvidar que en el periodo del holocausto nazi, existió varios medios de difusión para legitimar e imponer ideas radicales como: el cine, la radio y el panfleto.
El cine tiene la virtud de empatizar con el público de una manera más efectiva pues ilustra de manera visual un problema, plantea una solución y romantiza todo un contexto justificando cada acción ¿Resultado? Persuasión.
Retomando estos dos contextos históricos ¿No crees posible que la industria cinematográfica, financiada principalmente por Estados Unidos, esté ocupando un aliado comercial como Francia para debilitar la imagen de un México que atenta a sus intereses?
No creo casualidad que “expertos” pertenecientes a la elite del cine mundial hayan apoyado e impulsado a Emilia Pérez como un filme disruptivo y atrevido… de a gratis al menos.
¿Sigues dudando sobre esta intervención? En la época de la guerra fría y la guerra de Vietman, Hollywood lanzó un sinfín de películas, que hasta la fecha, sirven como reforzamiento patriótico que por medio de una historia educan la idea de un héroe y un villano. Tal es el caso de Rocky IV, Forest Gump, Rambo y muchas muchas más por medio de drama, comedia, acción o terror focalizan un mensaje a las masas para reforzar un mensaje.
Trumpetas
Aunque sonaran las trumpetas hasta este año, 2025, tras la llegada del Donald Trump, no es secreto ni noticia vieja que Estados Unidos ha intentado ingresar militarmente a México para sus propios intereses económicos, como lo hace y ha hecho en el medio oriente y Latinoamérica y así saquear cualquier mineral necesario para uno o varios empresarios.
Tras las políticas proteccionistas y el respaldo de más del 76% de la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum, desacreditar un país y gobierno por medio de un filme para los ojos del mundo parece tarea fácil. Es fácil pintar a los mexicanos con sombreros y bigotes, así como retratar el narcotráfico por medio de un discursivo “inclusivo”.
No creo en las casualidades; sí en las causalidades en la que Emilia Pérez juega un papel más que cineasta. Su papel, un adoctrinamiento social y político para las masas extranjeras y debilitamiento nacional… pero como dije al principio, no me creas a mí, créele a la historia y tu contexto social político.