Muchos equipos trabajan bajo la filosofía de orientación a resultados. Esta forma de pensar es eficiente y concreta, ya que permite a los equipos alinear metas y estrategias. Sin embargo, esta forma de trabajo busca tener la mayor certeza de éxito, por lo que siempre se eligen actividades de menor riesgo y mayor rentabilidad.
La innovación implica riesgo de fracaso y los equipos que son evaluados por resultados tienden a alejarse del riesgo. Un equipo que se mide por volumen de ventas o por rentabilidad, suele decidir bajo la certeza de éxito y arriesgar poco.
¿Cómo administrar la innovación cuando tu escenario es orientado a resultados?
Puedes programar rotación de equipos de trabajo para integrar nuevos puntos de vista a los mismos problemas. Piensa en programas de intercambio interno de roles. Para que sea más efectivo, considera intercambios entre personas con perfiles diferentes. Para esta asignación considera entre 3 y 6 meses.
Otra forma de fomentar la innovación en equipos orientados a resultados es establecer metas para la innovación. Pensar en establecer proyectos especiales, aprendizaje o entrenamiento. Puedes considerar que una meta de los equipos sea probar una tecnología nueva o desarrollar una idea “fuera de la caja”. Establece los criterios de las “ideas locas” y reta a tu equipo a cumplir con esos criterios. Empieza por contestar a la pregunta “¿qué es innovación y cómo voy a asegurarme que todos lo entiendan?”.
Otra forma es a través de implementar un presupuesto para invertir en innovación. Si es posible, aparta un porcentaje del presupuesto de las áreas para proyectos de innovación. Pide a los equipos que inviertan un monto definido en investigación y desarrollo: De estas inversiones el objetivo primario deberá ser obtener el mayor aprendizaje posible con la menor inversión… ¿En qué invertirías el dinero si ese fuera el criterio de éxito?
Mucha suerte con tus proyectos.
