Todos los países y culturas del planeta están conformados por una serie y conjunto de valores intangibles (como lo son la gastronomía, tradiciones, restos arqueológicos, entre otros), que sin duda son los factores que más influencian al turista al momento de tomar la decisión de hacia donde embarcarse para emprender una nueva aventura; y son estos valores, los que se han intentado plasmar y tomar en cuenta (en ocasiones de manera exitosa, y en otras no), al momento de crear y diseñar lo que el marketing moderno ha designado como la “Marca País”.
Una “Marca País” es mucho más que un simple logotipo, es sin duda la imagen y expresión máxima con la que una nación, busca ser reconocida e identificada a nivel mundial. Vaya pues, es la manera en que se le da una identidad gráfica a todo un país; tarea nada sencilla.
Existen “Marca País” que sólo están enfocadas al aspecto turístico como en el caso de México, y otras como en el de Argentina, en donde su marca abarca también a otras industrias como la alimentaria, la de la productos, gobierno, inversión, exportaciones, etc, pero en este texto, me centraré en la que más nos atañe: México.
La historia de un logotipo
Aunque a mediados del siglo pasado aún no existía el concepto de “Marca País” como hoy lo conocemos, ya teníamos buenos ejercicios de cómo México se daba a conocer como destino al resto del mundo, y el principal responsable de esta nueva “promoción turística”, fue el boom que tuvo Acapulco a finales de los 40 y principios de los 50 con toda la desbandada de actores de Hollywood que encontraron en el puerto, un nuevo destino vacacional muy chic cercano a los EE.UU.
En 1950, la entonces Dirección General de Turismo (Hoy Sectur), decidió aprovechar el fenómeno e inundó la prensa americana con insertos de una plana en donde, en una sola imagen, se intentaba transmitir todo lo que México podría ofrecerle al turista exigente: pesca, campos de golf, playas, sitios arqueológicos, ciudades, deportes y diversión: “Necesitas unas vacaciones… ¡México es el lugar!
Cabe mencionar, que a raíz de estas publicaciones, México se convirtió en uno de los precursores de la publicidad turística enfocada a un país.
Entre 1950 y 1967, la Dirección General de Turismo siguió experimentando con varios intentos de logotipos (sin serlos en esencia) y varias publicaciones, hasta que llegó a nuestros ojos la primera imagen gráfica del país generada como se debe y que se volvió un logotipo reconocido a nivel mundial; me refiero al logotipo de los Juegos Olímpicos de México 68 del Arq. Pedro Ramírez Vázquez… pero esa, -como diría la Nana Goya-, es otra historia en la que ahondaré en una futura entrega porque bien vale la pena hacerlo.
Aún cuando hasta la fecha, el logotipo de México 68, es una imagen altamente reconocida de nuestro país a nivel global, no es, ni fue en sí, una “Marca País” (pero vaya que ayudó).
No fue sino hasta la década de los 70 que Sectur se da a la tarea de crear el primer logotipo de México como “Marca País”, centrándose tan sólo en uno de nuestros más grandes clichés: el sombrero de charro. Sin embargo (y no es de extrañarse), este nuevo logo no logró posicionarse en el top of mind del turista.
Tiempos modernos
En 1996 la Sectur convocó a un concurso nacional para el diseño de nuestra imagen ante el mundo, y aunque fueron cientos los logotipos ingresados al concurso, ninguno fue seleccionado con aquel gran galardón, por lo que 3 años después tras la creación del Consejo de Promoción Turística, se escribió el nombre de nuestro país en una tipografía Sans Serif casi aleatoria, en la que se enmascarillaron grecas prehispánicas con colores llamativos y quizá sea este, el logotipo del pasado que más recuerdes
Previo al tianguis turístico de 2005, y poco tiempo antes de finalizar el sexenio de Vicente Fox, el Consejo de Promoción Turística encomendó a la agencia de investigación de mercados Lexia, a realizar varios estudios de cómo era percibido nuestro país a nivel mundial, y crear basándose en esos resultados, la “Marca País” que hasta el día de hoy nos representa.
El proceso duró casi año y medio pues la encomienda principal era encontrar la manera de simbolizar toda la riqueza y diversidad que México tenía para ofrecer, y después de un arduo y largo proceso de selección y refinamiento, se logró captar en una sola imagen, toda la oferta de nuestro país.
La actual “Marca País” de nuestro de México está cumpliendo ya su mayoría de edad, y por poco más de 18 años nos ha representado a nivel global sin haber sufrido una sola modificación, quizá, por su excelente trabajo.
Cada una de las letras que conforman el nombre de México en el logotipo, y que están adornadas en su interior con diferentes diseños, hacen alusión y representan un ámbito particular que nuestro país tiene para ofrecer a quien nos visita.
M: Riquezas precolombinas
É: Herencia virreinal
X: Fusión de culturas y mestizaje
I: Modernidad expresada a través de la arquitectura y monumentos
C: Recursos naturales
O: Playas y costas
Los números
Al día de hoy, México se encuentra entre los países más visitados del mundo, y es el segundo en el continente sólo detrás de los EE.UU. con aproximadamente 40 millones de turistas según cifras de 2022.
Nuestra “Marca País” se ha convertido en referente a nivel mundial de diseño y ha servido de inspiración para otros países, sin embargo, la nuestra es una de las más valiosas del planeta y está valuada en 771 mil mdd, habiéndose incrementado su valor en un 14% entre 2021 y 2022.
Y aunque muchos dirían que estos números sólo reflejan los esfuerzos de las instancias gubernamentales para promocionar el turismo (cualquiera que fuere el sexenio), mucho del éxito se lo debemos a un logotipo bien realizado como aquel que hoy nos representa y que se ha logrado colar en el top of mind del turista.
Una respuesta
Excelente contenido, y muy interesante.