Pues demasiado escándalo para el asunto ese del apagón analógico. La verdad es que el promedio de la gente no entendió nada del apagón analógico. Solamente fueron y cambiaron su tele o contrataron un servicio de paga, los que no tenían una TV digital.
No les costaba nadita haber explicado con peras y manzanas, en lenguaje menos técnico, de qué se trataba la transición y cómo afectaría la forma de ver la tele. Pero no, nada. Cero explicaciones. Con un “cambia tu tele para que la puedas seguir viendo” o un “ya estamos entregando la tele número tantosmil” y la gente seguía preguntándose ¿como pa’qué? (ya ni hablar del tiradero de teles viejitas, que sepa la bola dónde irán a parar).
Es un gastadero a lo bestia, saturando a las audiencias de información que no les es clara. Todo este ruido abrumador me recordó dos campañas que el consumidor promedio tampoco entendió…
La primera es la del ácido fólico para las embarazadas; nunca han explicado qué hace el ácido fólico en tu cuerpo, y qué provoca la ausencia del mismo. Tampoco han comunicado cuáles son los alimentos que lo contienen.
La otra es cuando nos dicen que hay que reciclar. Mucha gente, sobre todo los jóvenes, no han entendido lo que significa “reciclar” y piensan que sólo implica separar la basura, sin entender que ése es sólo el inicio del proceso.
Así, seguimos siendo víctimas de un gobierno paternalista, como los papás cuando te decían “haz esto” sin explicarte las consecuencias si no lo hacías o sin decirte bien qué significaba “esto”.
Lo más curioso es lo que ha pasado después del mentado apagón analógico
Cada corte comercial del canal de tele que me digas incluye por lo menos un anuncio en el que te dicen que si dejaste de ver la tele por el apagón, ellos tienen la solución. Ya sea que te quieran vender una antenita, un decodificador o un servicio de tele de paga, te lo están anunciando en la tele que supuestamente ya no puedes ver… ¡vaya desperdicio!
Con tantos medios alternos, en pleno siglo 21, siguen aventando escopetazos en lugar de tiros certeros. Qué antiguos somos #deveras.