A menudo escuchamos decir que el pasado ya pasó, el futuro es incierto y lo único que tenemos asegurado es el presente.
Aunque en teoría puede sonar como algo lógico, pues ya no podemos hacer absolutamente nada con el pasado y no sabemos si vamos a vivir ni siquiera el siguiente segundo, la realidad es que pasado-presente-futuro, están íntimamente ligados, y la vida no puede concebirse sin pensar en esas tres etapas.
¿Te has puesto a pensar en porqué hoy, tienes la vida que tienes?
Si no lo has hecho, detente y piensa seriamente en esa pregunta. La respuesta es muy sencilla. La vida que tenemos HOY, es el resultado de nuestros AYERES.
Todas esas decisiones que tomamos sin mucho pensar, para darnos cuenta con el tiempo de que habían sido acertadas, o erradas, han tenido un gran impacto en lo que somos hoy.
Nuestras acciones del pasado, impactan en quién eres, en qué piensas, en qué haces, en qué tienes, en qué futuro te espera, en quienes te rodean, en la pareja que tienes junto a ti, en el espacio que habitas, en lo que comes, en lo que disfrutas, en si eres una persona sana o enfermiza, en si te gusta el deporte o no, en el trabajo que tienes, en lo que estás pensando en este mismo momento, sobre lo que será tu futuro.
Y de pronto te das cuenta de que aquella decisión, simple, de abandonar la escuela para dedicarte a lo que era tu verdadera vocación, ha dado los resultados que esperabas y hoy, eres una persona exitosa, que tiene su propia empresa, o trabaja independientemente, quizá en el mundo del arte, en ventas, como deportista, en el mundo de la farándula o quizá tienes tu propio programa de radio o TV, o eres una persona dedicada a la educación de tus hijos y a administrar el hogar que formaste.
O quizá has logrado crecer en el mundo corporativo, destacando en tu campo y asegurando un futuro bastante predecible… hasta que suceda lo que no has pensado.
Las decisiones de ayer, tuyas o de tus padres, tienen impacto en tu hoy.
Y muchas veces no las consideramos con la importancia debida, porque cuando pensamos en el FUTURO, lo vemos como algo muy distante. El futuro es, para muchos, algo que puede o no llegar, piensan.
Pero te tengo noticias.
El futuro, es este mismo instante.
Este instante, es el futuro de hace un segundo. Y aunque me puedes decir que eso no se vale, que el futuro siempre nos lo han pintado y enseñado como algo muy distante, la realidad es otra. Al momento que estas viviendo el hoy, estás viviendo el futuro de tu pasado.
Y aquí es donde quiero poner una semilla y, quizá ilusamente, pensar que es posible moldear nuestra vida, si tomamos en cuenta esta pequeña y a la vez gran verdad: cualquier acción que tomes en este momento, impactará positiva o negativamente en tu vida. Pero ojo, una vez que la realizas, o que tomas una decisión, tienes que dejarla ir. No puedes ser rehén de ella. Ya decidiste, asumes que habrán resultados y sigues adelante con tu vida.
Si dices que “sí” a una pregunta relevante, ese “sí” podría cambiar el resto de tu existencia. Puede significar un cambio de estatus en el trabajo, o en tu vida de soltera, o en el inicio de una aventura, o en la apertura de un negocio.
Ese “no”, puede significar que a partir de ese momento, vas a dedicarte con todo tu ser a moldear tu felicidad, a fincar tu crecimiento, a ahorrar para invertir en lo que sueñas. La compra de esa propiedad que será tu hogar, será en un futuro a largo plazo, pero ese futuro comienza hoy, el día que decides ahorrar la primer moneda para comprarlo.
En muchas ocasiones, escucho a otros, o yo mismo pregunto a un niño, “¿qué piensas ser cuando seas grande?”
Y me sorprende escuchar las respuestas de esa persona pequeña, llenas de ilusión, y luego las risas de los adultos que, en vez de escuchar con atención y explorar la respuesta, para poder apoyar esas ilusiones o aspiraciones, se conforman con un “ya aprenderá que eso no deja nada” o “ella va a ser como su madre, una gran arquitecto”.
Quiero ser bombero; Quiero ser bailarina
Quizá si escucháramos con atención a la respuesta de “quiero ser bombero”, descubriríamos a una persona llena de pasión, de vocación por el servicio, con una inclinación a la aventura para, desde hoy, comenzar a apoyar esa vocación brindando oportunidades de que explore esa sed de aventura, de bondad, de gusto por servir a otros que la profesión de “bombero” trae implícita.
El no escuchar el sueño de un niño hoy, nos imposibilita para apoyar su futuro.
Sin embargo, el futuro es siempre incierto.
Todas esas acciones que llevaste a cabo en el pasado, pensando en el futuro, no te aseguran el resultado que tuviste en mente en aquel momento. Y esto es, porque siempre se verán influenciadas por las acciones y las decisiones de otros. También por los acontecimientos que suceden en el mundo.
O sea que… podemos pasar la vida pensando en el futuro, en el mañana, tomando las mejores decisiones – de acuerdo a nuestro actual punto de vista – y el futuro puede ser totalmente diferente del que nos imaginamos. Porque existen los demás, con sus acciones y sus decisiones y en algunos momentos, nuestras vidas coincidirán y de inmediato nos afectaremos mutuamente. Para bien o para mal.
Y si preguntas: Oye, pues entonces ¿qué caso tiene hacer planes para el futuro si no tenemos nada asegurado?, lo único que puedo responder es: Imagina, si teniendo un futuro en mente, haciendo planes y tomando decisiones para alcanzarlo, es casi un hecho que no se dará exactamente como tu lo percibiste, ¿cómo sería la vida si no tuviéramos planes, ilusiones, sueños, una vida futura en mente?
Por eso…
- Vive tu HOY, como si no hubiera mañana.
- Pero no olvides que hay mañana.
- Haz todo lo posible para que tu “mañana”, tu futuro, sea el mejor que puedes imaginarte.
- No te duermas, hoy, porque tu despertar mañana podría ser bastante terrible.
- Rodéate de quienes te hacen feliz. No vale la pena tener cerca a gente que piensa que eres de lo peor.
- Pero asegúrate de tener entre tu tribu, quienes te cuestionen positivamente, con el afán de que recapacites y crezcas.
- Sé arriesgado y valiente. Incluye tus mas locas locuras y tus mas grandes sueños en tu futuro. Todo lo que hoy es realidad, en algún momento era “imposible” o una locura.
Recuerda: El futuro es hoy. Hoy estás viviendo el futuro de tu pasado.
Siempre pregúntate: ¿Qué hice en el pasado para estar donde y como estoy? Si sigues haciendo lo mismo, tus días futuros probablemente serán como hoy, maravillosos o una pesadilla.
Te deseo futuros maravillosos.
Gracias por leer estos pensamientos. ¡Como siempre, agradeceré tus comentarios!
JL