Durante décadas, la publicidad se construyó sobre ideales aspiracionales y estéticamente perfectos: rostros impecables, colores armónicos y mensajes sin una sola grieta. Sin embargo, una corriente disruptiva ha irrumpido con fuerza: el ugly advertising, o publicidad fea. Lejos de ser un error creativo, este estilo deliberadamente antiestético se ha convertido en una poderosa herramienta estratégica para captar atención en un entorno visualmente saturado.
Cuando lo feo se vuelve estrategia
Lo “feo” en publicidad no es un accidente, sino una decisión consciente. Colores chillantes, tipografías desalineadas, collages mal recortados o errores intencionales en los textos: todo sirve para romper la monotonía visual y destacar entre la perfección pulida de los feeds digitales. En un Instagram donde todo luce perfectamente curado, lo imperfecto grita.
Un ejemplo claro es el cantante Feid, cuya identidad visual verde fosforescente y estética de “Paint 2003” lo diferencia de cualquier otro artista urbano. Su coherencia dentro del caos ha convertido su gráfica en parte esencial de su marca.

También Balenciaga ha llevado esta filosofía a la moda: desde los Triple S, mejor conocidos como ugly sneakers, hasta los Paris Sneaker Full Destroyed, una edición limitada de tenis completamente desgastados y rasgados que causó polémica por su precio y su concepto de “lujo feo”. A ello se suman los Crocs con plataforma creados en colaboración con la marca. Feos, sí, pero con una propuesta de concepto y discurso que no pasa desapercibida.

Lo imperfecto como lenguaje visual
¿Por qué funciona esta tendencia? Porque el consumidor actual desconfía de lo demasiado perfecto. Hemos migrado de un ideal aspiracional a uno más auténtico, donde la conexión emocional surge de lo real, no de lo retocado. La generación Z lidera este cambio: valora lo espontáneo, lo imperfecto y lo crudo.
El ugly advertising actúa como un patrón interrumpido: rompe el flujo visual y obliga a mirar dos veces. Esa pausa genera atención, conversación y viralidad. En otras palabras, “publicity”.
Esta tendencia ha sido analizada por diversos expertos. En el artículo internacional Why “Ugly” Marketing Works: The Art of Calculated Imperfection, se destaca que la imperfección deliberada permite a las marcas conectar desde la autenticidad y romper con la homogeneidad visual del entorno digital. Una mirada que confirma que, en publicidad, la disrupción estética también puede ser una forma de empatía.
Cuando la fealdad se convierte en concepto
Aunque algunos la consideran una tendencia “fácil”, el ugly advertising requiere precisión: un copy potente, conocimiento del público y claridad sobre qué puede o no permitirse la marca. En otras palabras, detrás del caos debe existir una estrategia.
Justo en esa línea, el columnista Edgar Pichardo propone en 5 claves para crear campañas publicitarias disruptivas y creativas una mirada profunda a cómo la disrupción puede usarse con propósito: comprender a la audiencia, desarrollar un concepto central poderoso y atreverse a tomar posiciones claras. Porque, al final, no se trata sólo de ser diferente, sino de ser relevante.
El “ugly advertising” no es sinónimo de mala publicidad, sino un reflejo del cambio cultural en la comunicación de marca. En un mundo donde todo busca ser bello, atreverse a ser feo puede ser lo más honesto y memorable. No se trata de destruir el diseño, sino de usar el caos, el mal gusto o lo incómodo como estrategia visual y emocional.
Autenticidad: la verdadera belleza detrás de lo feo
El peligro surge cuando lo feo se convierte en pose. Si una marca adopta esta estética sin una razón auténtica, el público lo percibe como forzado. Lo feo funciona cuando hay verdad: cuando hay una historia o una emoción real detrás del ruido visual.
En el fondo, esta tendencia nos recuerda que la publicidad no sólo debe verse bien, sino decir algo que valga la pena. A veces, el impacto nace justamente de lo imperfecto.
Por: Laura Ivana Romero Márquez,– estudiante de 9° semestre en la carrera de Diseño y Producción Publicitaria / Estrategia y Creación Publicitaria de UPAEP – Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.








