Hacer el ridículo se ha convertido en una habilidad que he desarrollado tanto, que estoy a nada de agregarlo a mi LinkedIn. Y es que lo mío es resolver problemas de todo tipo (porque me apasiona), pero si no cuento con la información completa, tomo acciones que generalmente me dejan como el abuelo Abe Simpson: con los pantalones en el suelo.
Afortunadamente, con los años he aprendido a ser precavido (haciéndome de tirantes o cinturones simbólicos y reales) y cada vez pongo más en práctica mis habilidades laborales en mi vida cotidiana. Han sido muchos años de prueba y error con toneladas de paciencia, pero ahí vamos. Básicamente, es un ejercicio de observar, escuchar y preguntar. Suena sencillo, ¿no? A ver si sí.
A pocos días de que el tsunami rosa de Mattel golpee e inunde las salas de cine de todo el planeta, el entusiasmo por la película con la chulísima Margot Robbie y el buen Ryan Gosling se ha desbordado desde hace meses -como chela mal servida- entre ciudades pintadas de rosa, gente vestida de rosa, activaciones, memes, notas y fotos de las grabaciones, y uno que otro “misleading” trailer.
Lo que pocos se han detenido a preguntar es: ¿DE QUÉ CARAJOS SE TRATA LA PELÍCULA? Con los pocos blogs que he alcanzado a leer, me he quedado de a seis. Desde el incidente en el Charco de las Ranas con Paco y Mayito, no había visto tanta especulación con teorías tan acertadas como los consejos financieros de Andrea Legarreta.
Sin duda, el mérito de este fenómeno mediático va para el equipazo de Marketing a cargo de la estrategia.
Pasando a otras cosas, que aseguro que vienen al caso:
Alguna vez, un cliente que respeto mucho (en serio), se burló de mí cuando puse en un reporte que a los usuarios les gusta el chisme (si, textualmente lo puse). Se moría de risa. “¡Wow, Presno!”, dijo entre risas mientras tosía. Sí, sí, sí, búrlense ustedes también. Pero tenía un punto: aprovechar esa bella, adictiva y destructiva habilidad como recurso para nuevas estrategias de comunicación a través de la provocación.
El morbo, la expectativa y la incertidumbre nos matan. Ofrecer un poco de esa carnita siempre se agradece para entretener a la solitaria que traemos en nuestra tripa del chismorreo, especialmente en Redes Sociales. Afortunadamente, el cliente escuchó atentamente y en lugar de seguirse riendo, le brillaron los ojos y salimos con varias ideas (fiuuuuh!).
Efectivamente, nos gusta hablar antes de escuchar. Para todos, así funciona la vida cotidiana. Sin embargo, para el Marketing en general, este es un error común y a veces grave.
¡No hay sorpresas en este show! Como marcas, estamos más “urgidos” que un reo recién salido del CERESO por llegar a todo mundo para que nos conozcan y que tenemos muchos productos y servicios súper personalizados, libres de gluten y orgánicos.
A estas alturas del partido, con tanta información, ya no podemos darnos el lujo de lanzar productos y servicios pensados en Barbies y Kenes; y menos podemos, al momento de ser cuestionados, tratar de rescatar el concepto con un “sí, ese es nuestro nuestro target, pero también es un target aspiracional para “la banda””. ¡No digas m*m*das, Mary Jane!
Mi piedra en el zapato con estas cuestiones es que las marcas repitan esta historia constantemente, porque simplemente no escuchan ni observan lo que quiere el consumidor. Es desconcertante que se aferren a un ideal personal y que por ahorrarse los centavos (no haciendo investigación o Social Listening) pierdan los pesos.
¡Un momento, tío Presno! ¿Entonces, tanto nosotros como los de la peli de Barbie deberíamos hacer Investigación y Reporteo?
A mi parecer, ellos ya lo hicieron y no se han quedado con un análisis pre-lanzamiento. SIGUEN TRABAJANDO. Solo entren a Google y escriban el titulo de la película (la página se pone rosita) o visiten las redes de la película o vean cómo hay tendencias en Instagram y Twitter con fotos de usuarios usando filtros y apps “gratuitas”. Todos esos son recursos para obtener data y seguir haciendo más estrategias. ¿Cómo van ustedes?
¿La lección de esto es hacer muchas cosas en todas las redes? NO.
La lección es aprender a no ser como los fans de la peli, sacando teorías de conspiración a lo bruto e idealizar o lanzarse como éste, su servidor y amigo a decir: “¿por qué no nos atiende el mesero?” cuando estamos en un buffete. Esperemos pacientemente y “veamos de qué va la película” (sí, es una metáfora).
Para casi cerrar esta carísima columna (por ustedes lo digo), me impresiona el buzz de la película de Barbie. Solo espero que no les pase como pasó con Joker, de Joaquín Phoenix; que hablaron más de la película antes de que saliera, que después de que la lanzaron. En fin, lo que queda claro es que se rumorea algunos premios de la Academia (LOL!) Para Margot bb, et al.
Y ahora sí, para cerrar oficialmente esta columna quiero aprovechar para decirles que estoy muy contento y agradecido porque mi hermosa Generala cumplirá 2 años un día después de que salga esta columna (aprox). Ha sido lo mejor que me ha pasado y estoy agradecido de ser su papá y espero que en los siguientes años me aguante como la aguanto a ella. Muchas felicidades, Vuvu. ¡Te amo!
Nos leemos pronto.
2 Responses
Muy interesante!
Gracias!