Juro por diosito santo que todo lo ve y todo lo oye que soy una total evangelizadora de Telcel y de Telmex, no por todas esas razones por las cuales los mexicanos nos volcamos a las redes sociales a despotricar de ellos y quejarnos con sus infinitumamente aporreados community managers, sino porque sé y entiendo que -a pesar de que no nos encante la idea- son lo mejorcito que tenemos en nuestro país, es decir, lo menor peor.
Pero también estoy consciente de que de repente es un abuso mayúsculo con sus cositas, como redondeos o cargos sin avisar y esas cosas que acostumbran.
Por ejemplo. El otro día, in más ni más, empecé a recibir SMS de origen extraño diciéndome que ya me habían dado de alta en no sé qué servicios y que si quería cancelar, que tenía que mandar la palabra “baja” a equis número. Varios mensajes, en un solo día, en una sola tarde…
A ver Telcel:
1. Poco conocimiento tienes de tus audiencias como para ofrecerles servicios que no están ni remotamente asociados a su perfil. El uso de grandes datos te está fallando cañón. Si quieres un día te conecto con mi maestro de big data.
2. Es un abuso usar tus bases de datos para promover servicios no solicitados de no sé qué empresas. Si quieres un día te reporto con el IFAI.
3. Si sientes que tienes el derecho de mandarme mensajitos a través de mi línea telefónica por ser usuaria de tu plataforma estás totalmente mal. Yo pago mi servicio y tengo derecho a usarlo sin contaminante spam… pero si quieres, estoy dispuesta a negociar: si me pagas por la renta de mi línea para poder mandarme mensajes, establezcamos una tarifa mensual y acordemos el número de SMS que puedes mandarme por esa tarifa.
¿Ves qué linda soy? El punto es que no abuses, te pasas de lanza #deveras