Por un par de tropiezos, uno personal y otro de chamba, y ya que todo se equilibró, retomemos la serie que estábamos recorriendo sobre los cambios que las tres más recientes generaciones han introducido y/o provocado en los hábitos de consumo del mundo… y que ciertos de ellos a algunos nos dan comezón.
Y vuelvo a agradecer a quienes me han compartido comentarios y retroalimentación de los primeros textos de la serie (entrega 1, entrega 2, entrega 3, entrega 4 y entrega 5)
Me encanta saber que te interesa el tema y, sobre todo, que me compartas tus experiencias. No dejes de hacerlo, por más insignificante que parezca.
¡Continuamos!
Entretenimiento
TV y radio tradicionales – los concesionarios de estaciones de radio y de tele abierta han tenido que resignarse a abrir sus contenidos a otros medios y/o plataformas y hasta crear sus propias apps, porque las audiencias ya no están dispuestas a ajustarse a los horarios fijos que tuvimos toda la vida. Este tipo de consumo ahora es cuando yo quiera y donde yo quiera.
TV de paga – parece ser que la contratación de servicios de cable o satelital se están concentrando para centros de consumo como restaurantes y bares, y en NSE medio-bajos. En niveles medio-altos predominan los servicios y apps de streaming y hasta se presume y compite con que “¿cuántos servicios tienes?”. El problema es que la oferta está tan pulverizada que, aunque parezca que pagas bien poquito, al sumar resulta que estás pagando mucho más que los paquetes premium de la tele de paga. Muchos usuarios han conservado paquetes básicos, para cuando tienen flojerilla de andar buscando qué ver, además de que hay ciertos noticieros o programas locales que las apps no manejan.
Cines y salas de proyección – estos negocios han tenido que redireccionar su enfoque simple y sencillamente porque, al tener tanta oferta en casa, la idea de ir a gastar un buen en un auditorio multitudinario no es taaan atractivo, sobre todo después de la pandemia. Si vamos al cine es por cinco principales razones: (1) enfado de varios días de encierro en casa o de buscar variedad en el entretenimiento personal y/o familiar (2) el estreno de una película verdaderamente exitosa y que pinta para ganadora de múltiples premios (3) la proyección de festivales o películas de arte o muy únicas que no hay forma alterna para disfrutarla (4) el estreno o re-estreno de una película que HAY QUE VER en pantalla grande (como cuando pusieron Beetlejuice en los cines a varias décadas de su estreno original y fui corriendo a verla) y (5) te organizas con los amigos para reunirte a comer o como complemento de otra actividad. De otra manera, las salas están semi-vacías.
La sensiblería – pues ahora resulta que el consumo de películas se rige por lo que cada quien considera como políticamente correcto. Existen opiniones de que las películas de Disney deberían volverse a producir o a editar para que una princesa inmoral como Blanca Nieves no viva con ocho mineros, o que en el remake de la Sirenita sea más importante el color de su piel que la historia.
Lotería / casinos – aparentemente en la actualidad esta categoría es sólo para viejitos. Sin contar a los ludópatas que, si no están en Las Vegas o algún centro de apuestas, se la viven por mientras en los casinos que pululan por todo el país, la mayoría de sus usuarios son mayores de 50 años. Y, en el caso de la Lotería Nacional (en el caso de México), los grandes concesionarios que se hicieron millonarios han ido desapareciendo paulatinamente. En realidad, a las nuevas generaciones no les interesa poner en peligro sus recursos en este tipo de actividades. Si se van a arriesgar, será en poner un negocio propio.
Viajes
Tristemente en México los viajes por carretera han dejado de ser una opción por temas de seguridad, pero en general estas generaciones viajan mucho menos ostentoso que como lo hacían las anteriores. Menos lujo, opciones más verdes y más accesibles, y mucho más sustentables.
Transporte – les resulta inconveniente el uso de vehículos que necesitan combustibles contaminantes. Por lo tanto, optimizan sus traslados y se organizan en grupos o surgen plataformas como BlaBla para compartir gastos. Las arrendadoras de autos ahora resultan muy caras y las que son asequibles tienen autitos como fregaditos y viejitos. En este sentido vamos como miles de años atrás de los consumidores. Mientras los operadores y servicios de viajes sigan con sus propuestas de siempre, seguirán desapareciendo.
Cruceros – el tema es muy claro en algunos sectores y segmentos con tendencia creciente: estar encerrados en un barco por más de 3-4 días les resulta tedioso, aburrido y anticuado. Sólo las generaciones que alcanzaron a ver la serie The Love Boat siguen comprando ese tipo de vacación.
Hoteles – es bien sabido que Airbnb le ha hecho mella a las cadenas hoteleras, que hace no mucho todavía eran los reyes dominantes de los viajeros. Cada vez atraen menos a los jóvenes y poco a poco los huéspedes hoteleros van envejeciendo y tienen que bajar sus tarifas para poder subsistir. En consecuencia, la calidad de atención y de servicio se van empobreciendo porque ya no hay cómo sostener los altos estándares. Surgen, además, hoteles boutique y grandes residencias y casonas que se van convirtiendo en opciones para alojarse.
Agentes de viajes – igual que en los hoteles, los jóvenes ya no usan esta opción, porque saben de plataformas y de opciones que pueden explorar por su cuenta y personalizar sus viajes. Solamente las personas que no se han actualizado y muchas nenis siguen ofreciendo y contratando agencias. También las buscan para ver paquetes como si fuera un escaparate, inspirarse o tomar ideas, y luego se van a armar el suyo.
Tarjetas postales – esto suena super antiguo y en realidad lo es. Entre lo obsoleto que se ha convertido el servicio de correos y la inmediatez de las fotos digitales y las redes, compartir tus viajes ya no es en físico. Encontrar tarjetas postales como detalle para alguien es una labor descomunal.
Y sí, la serie YZa sigue… los cambios son muchos
Como te comenté en las entregas anteriores, querido lector, los estudios internacionales en los que se ha basado esta serie son extensos pero sustanciosos. Al terminar editaremos un white paper, ya que el tema lo amerita.
Y no olvides compartirme tus experiencias y tus observaciones. Ven y platícamelas aquí en comentarios o en Xtwitter donde podremos conversar casi en vivo.
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